18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El<strong>la</strong> le siguió a regañadi<strong>en</strong>tes, sintiéndose derrotada,<br />

alucinada. La forma <strong>en</strong> que él hab<strong>la</strong>ba de ello tan<br />

casualm<strong>en</strong>te: diez ojivas nucleares..., pero para él<br />

era casual, ¿no? Había vívido <strong>en</strong> una época <strong>en</strong> <strong>la</strong><br />

que había habido miles de ojivas nucleares, <strong>la</strong>s<br />

sufici<strong>en</strong>tes para exterminar toda <strong>la</strong> vida humana.<br />

Responsables de muertes masivas. Aquello <strong>la</strong> ll<strong>en</strong>ó<br />

de odio. Sus p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos galoparon, y de pronto<br />

sintió deseos de huir al desierto, de vaporizarse.<br />

Nunca había deseado estar cerca de nadie que<br />

hubiera tocado alguna vez algo así, que estuviera<br />

<strong>en</strong>sombrecido por aquel tipo de horror.<br />

Y, sin embargo, estaban por todas partes, ¿no?<br />

G<strong>en</strong>te que jugaba a <strong>la</strong> política con armas atómicas.<br />

Presid<strong>en</strong>tes, primeros ministros, g<strong>en</strong>erales...,<br />

pequeños hombrecillos viejos allá <strong>en</strong> los parques,<br />

con sus nietos y sus palos de golpe. Los había visto,<br />

había vivido <strong>en</strong>tre ellos...<br />

El<strong>la</strong> era uno de ellos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!