18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

sobrios y bi<strong>en</strong> vestidos cli<strong>en</strong>tes masticando<br />

tranqui<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te sus <strong>en</strong>sa<strong>la</strong>das bajo vívidos pero<br />

insípidos murales de margaritas y gaviotas. En una<br />

ocasión vieron algunos policías, <strong>la</strong> élite de<br />

Singapur, con sus bi<strong>en</strong> p<strong>la</strong>nchados shorts gurja<br />

azules, con pisto<strong>la</strong>s inmovilizadoras y porras<br />

eléctricas de un metro.<br />

Laura ya no sabía dónde estaba el suelo. No parecía<br />

significar mucho allí.<br />

Cruzaron una acera. Bajo ellos acechaba una<br />

pandil<strong>la</strong> de ciclistas quinceañeros: muchachos<br />

chinos bi<strong>en</strong> vestidos con flequillos <strong>en</strong>gominados,<br />

camisas b<strong>la</strong>ncas de seda y resp<strong>la</strong>ndeci<strong>en</strong>tes<br />

bicicletas cromadas con respaldo.<br />

Treinta y seis, que había permanecido medio echado<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong> parte de atrás, con los pies alzados, se s<strong>en</strong>tó<br />

erguido y gritó. Dirigió a los muchachos una serie<br />

de gestos crípticos, el último de ellos<br />

inconfundiblem<strong>en</strong>te obsc<strong>en</strong>o.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!