18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Ahí abajo todo está limpio. Pero nosotros t<strong>en</strong>emos<br />

nuestra piel ll<strong>en</strong>a de toda c<strong>la</strong>se de bichos. ― Se echó<br />

a reír­.<br />

No estornud<strong>en</strong> ni toqu<strong>en</strong> nada.<br />

Tres tramos más abajo, aún por <strong>en</strong>cima del casco,<br />

giraron hacia una pasare<strong>la</strong>. Conducía a una serie de<br />

oficinas con fr<strong>en</strong>te de cristal que dominaban toda <strong>la</strong><br />

p<strong>la</strong>nta sobre una serie de puntales de bambú.<br />

Andrei les condujo d<strong>en</strong>tro. Las oficinas eran<br />

sil<strong>en</strong>ciosas y frías, con aire filtrado y luces<br />

eléctricas. Había escritorios, teléfonos, cal<strong>en</strong>darios<br />

de oficina, un frigorífico al <strong>la</strong>do de una serie de<br />

cajas api<strong>la</strong>das de <strong>la</strong>tas de Pepsi­Co<strong>la</strong>. Como<br />

cualquier oficina allá <strong>en</strong> los Estados Unidos, p<strong>en</strong>só<br />

Laura, mirando a su al<strong>red</strong>edor. Quizá veinte años<br />

atrás...<br />

Una puerta marcada «PRIVADO» se abrió<br />

bruscam<strong>en</strong>te, y un hombre anglo salió por el<strong>la</strong> de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!