18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Ahora duerme ― dijo—. Pero no a <strong>la</strong>s tres de <strong>la</strong><br />

madrugada. La medianoche del alma humana.<br />

—La próxima vez me levantaré yo —dijo Laura­.<br />

De veras.<br />

—Demonios, deberíamos poner<strong>la</strong> <strong>en</strong> <strong>la</strong> habitación<br />

con tu madre. —David se apartó el <strong>la</strong>rgo pelo negro<br />

de sus ojos, luego bostezó ante sus nudillos—.<br />

Anoche soñé que veía a mi Personalidad Óptima.<br />

—Oh —dijo Laura, sorpr<strong>en</strong>dida­. ¿Y qué aspecto<br />

t<strong>en</strong>ía?<br />

—No lo sé. Mas o m<strong>en</strong>os el que esperaba, por lo<br />

que leí sobre el<strong>la</strong>. Flotante y brumosa y cósmica. Yo<br />

me <strong>en</strong>contraba de pie <strong>en</strong> <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya. Desnudo, creo. El<br />

sol estaba sali<strong>en</strong>do. Era algo hipnótico. Noté esa<br />

<strong>en</strong>orme s<strong>en</strong>sación de exaltación total. Como si<br />

hubiera descubierto algún elem<strong>en</strong>to puro del alma.<br />

Laura frunció el ceño.<br />

­Supongo que no creerás de veras <strong>en</strong> esas tonterías.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!