18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

parecía excitado ante <strong>la</strong> acción nocturna. Cualquier<br />

tipo de destrucción era excitante..., no parecía<br />

importar que se tratara de su propia g<strong>en</strong>te. Laura y<br />

David bajaron al suelo, con <strong>la</strong> dormida Loretta <strong>en</strong> su<br />

arnés.<br />

El helicóptero se elevó <strong>en</strong> sil<strong>en</strong>cio. Un pequeño<br />

carrito para equipajes se deslizó junto a ellos y<br />

desapareció <strong>en</strong> <strong>la</strong> oscuridad. Algui<strong>en</strong> había atado<br />

toscam<strong>en</strong>te un par de recios escobones <strong>en</strong> su parte<br />

de<strong>la</strong>ntera. Laura y David avanzaron cuidadosam<strong>en</strong>te<br />

hacia <strong>la</strong>s luces de <strong>la</strong> terminal.<br />

Estaba a sólo treinta metros de distancia.<br />

Seguram<strong>en</strong>te algui<strong>en</strong> había barrido ya aquel<strong>la</strong> zona<br />

<strong>en</strong> busca de minas.... Rodearon un coche deportivo<br />

malva. Dos hombres gordos, exhibi<strong>en</strong>do un<br />

e<strong>la</strong>borado maquil<strong>la</strong>je vídeo, estaban dormidos o<br />

borrachos <strong>en</strong> los cóncavos asi<strong>en</strong>tos.<br />

Unos soldados les gritaron y les hicieron señas:<br />

­¡Hey! ¡Fuera de aquí! ¡Ustedes! ¡Nada de robar,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!