18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

torturante resp<strong>la</strong>ndor disminuyó al instante. Se<br />

sintió agradecida.<br />

―Es<br />

usted norteamericano, ¿verdad?<br />

—Californiano. ― Se bajó el velo que lo cubría,<br />

mostrando su rostro. Era un e<strong>la</strong>borado velo tribal,<br />

metros y metros de te<strong>la</strong>, que <strong>en</strong>volvía su rostro y su<br />

cráneo <strong>en</strong> un alto y crestado turbante, con los<br />

extremos colgando sobre sus hombros. Un crudo<br />

tinte vegetal teñía sus mejil<strong>la</strong>s y boca, cebrando de<br />

índigo su fruncido rostro anglo.<br />

Llevaba casi dos semanas de rojiza barba, salpicada<br />

de b<strong>la</strong>nco. Sonrió brevem<strong>en</strong>te, mostrando una hilera<br />

de imposiblem<strong>en</strong>te b<strong>la</strong>ncos di<strong>en</strong>tes<br />

norteamericanos.<br />

Parecía un periodista de televisión que se hubiera<br />

equivocado horrible y perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de lugar.<br />

Laura supuso de inmediato que se trataba de un<br />

merc<strong>en</strong>ario, algún tipo de consejero militar.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!