18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

― Al fin, ahí están —dijo el hombre rubio al tiempo<br />

que se levantaba­. Ho<strong>la</strong>, Carlotta. Ho<strong>la</strong>, señor y<br />

señora Webster. Y esta debe ser su hija. Una pollita<br />

<strong>en</strong>cantadora. —Le dio un golpecito amistoso <strong>en</strong> <strong>la</strong><br />

nariz con un dedo manchado de grasa. La niña<br />

gorgoteó y le ofreció su mejor sonrisa desd<strong>en</strong>tada<br />

—. Me l<strong>la</strong>mo Andrei Tarkovski —dijo el técnico­.<br />

De Polonia. —Miró sus sucias manos, como<br />

disculpándose—. Perdón<strong>en</strong>me por no darles <strong>la</strong><br />

mano.<br />

—Está bi<strong>en</strong> —dijo David.<br />

—Me han pedido que les muestre algo de lo que<br />

hacemos aquí. —Hizo un gesto hacia el extremo del<br />

malecón—. T<strong>en</strong>go un bote preparado.<br />

El bote era una embarcación de fondo p<strong>la</strong>no con una<br />

proa roma y un motor fuera borda a chorro de agua.<br />

Andrei les t<strong>en</strong>dió unos chalecos salvavidas, incluido<br />

uno pequeño para <strong>la</strong> niña. Se los pusieron. Loretta,<br />

Sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, se estaba tomando todo aquello

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!