18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Y escucha esto... Estaba paseando por ahí con<br />

mis ropas de trabajo, y nadie me prestaba <strong>la</strong> m<strong>en</strong>or<br />

at<strong>en</strong>ción. Era simplem<strong>en</strong>te otro tipo negro, ¿de<br />

acuerdo? Incluso con ese viejo, hum..., Jesús, he<br />

olvidado ya su nombre, el Andrei coreano... Me<br />

ofreció el tour turístico del lugar, pero realm<strong>en</strong>te a<br />

fondo: pude ver todo lo que quise.<br />

—¿Quier<strong>en</strong> que trabajes <strong>en</strong> ello? —dijo Laura.<br />

—¡Más que eso! Demonios, me ofrecieron un<br />

presupuesto de quince millones de rublos y carta<br />

b<strong>la</strong>nca para emplearlos <strong>en</strong> lo que quisiera. —Se<br />

quitó <strong>la</strong>s gafas y <strong>la</strong>s puso <strong>en</strong> el brazo del diván—.<br />

Por supuesto, dije que no, no hay forma de que me<br />

quede aquí sin mi esposa e hija..., pero si<br />

pudiéramos conseguir algún tipo de cooperación<br />

con Rizome, demonios, sí, lo haría. Mañana mismo.<br />

—También quier<strong>en</strong> que yo trabaje para ellos ― dijo<br />

Laura­. Están preocupados por su imag<strong>en</strong> pública.<br />

David <strong>la</strong> miró y estalló <strong>en</strong> una carcajada.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!