18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Por supuesto ― bufó Sticky—. Pert<strong>en</strong>eció a uno<br />

de los altos dirig<strong>en</strong>tes del Banco..., el viejo señor<br />

Gelli. El lo restauró. —Sus voces resonaron<br />

vestíbulo abajo. Entraron <strong>en</strong> una sa<strong>la</strong>: papel de<br />

terciopelo, un sofá estampado con flores y dos<br />

sillones a juego, una mesita de café con forma de<br />

riñón, una alfombra de pa<strong>red</strong> a pa<strong>red</strong> de un<br />

purul<strong>en</strong>to tono marrón.<br />

Dos hombres y una mujer, vestidos con el b<strong>la</strong>nco de<br />

<strong>la</strong> servidumbre, estaban arrodil<strong>la</strong>dos junto a un<br />

carrito de bebidas volcado. Se pusieron rápidam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> pie, con rostros <strong>en</strong>rojecidos.<br />

—El<strong>la</strong> no hace nada —se quejó hoscam<strong>en</strong>te el más<br />

alto de los dos hombres—. No ha dejado de<br />

perseguirnos todo el día.<br />

—Este es su personal —dijo Sticky—. Jimmy,<br />

Rajiv y Rita. El lugar lleva un cierto tiempo cerrado,<br />

pero ellos harán que se si<strong>en</strong>tan bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> él.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!