18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

de <strong>la</strong> policía que siseaban por <strong>en</strong>cima de <strong>la</strong> calle.<br />

Laura se acobardó un poco, con los ojos ardi<strong>en</strong>do<br />

por el recuerdo, pero <strong>la</strong> multitud saludó con <strong>la</strong>s<br />

manos y vitoreó, como si los helicópteros fueran<br />

alguna especie de ayuda.<br />

Entonces se le ocurrió. Sujetó a Singh por el brazo.<br />

—¡Hey! Yo sólo quiero ir a una comisaría de<br />

policía. ¡No capítanear una marcha contra <strong>la</strong> maldita<br />

Bastil<strong>la</strong>!<br />

—¿ Qué, señora? —gritó Singh, Sonri<strong>en</strong>do<br />

desconcertado­. ¿Qué astil<strong>la</strong>?<br />

Oh, Dios. Si solo pudiera salirse aunque fuera<br />

temporalm<strong>en</strong>te de ello. Miró alocada a su al<strong>red</strong>edor,<br />

y <strong>la</strong> g<strong>en</strong>te <strong>la</strong> saludó con <strong>la</strong> mano y sonrió. Qué idiota<br />

había sido poniéndose aquel sari. Era como<br />

<strong>en</strong>volverse <strong>en</strong> neón verde.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!