18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—L<strong>la</strong>madas telefónicas ― hizo eco nerviosam<strong>en</strong>te<br />

Yaobang—. Una idea capital. Sí, ponga a Desmond<br />

ante un teléfono, y podrá conseguirle cualquier<br />

cosa. Zapatos. Seguro. ¿Quiere que lo int<strong>en</strong>te?<br />

―Hummm.<br />

No, todavía no. Hay demasiada g<strong>en</strong>te.<br />

― Esta noche <strong>en</strong>tonces. Estup<strong>en</strong>do, señorita.<br />

Espléndido. De todos modos, no voy a poder<br />

dormir.<br />

El<strong>la</strong> se apartó de él y apoyó <strong>la</strong> espalda <strong>en</strong> <strong>la</strong> borda.<br />

El sol se estaba poni<strong>en</strong>do <strong>en</strong>tre dos de <strong>la</strong>s girantes<br />

columnas de aireación. Los <strong>en</strong>ormes bancos de<br />

nubes estaban iluminados por debajo con un suave<br />

oro R<strong>en</strong>acimi<strong>en</strong>to. Yaobang se volvió y miro<br />

también, mordiéndose el <strong>la</strong>bio, afortunadam<strong>en</strong>te<br />

sil<strong>en</strong>cioso. Junto con el sucio zumbar de su cerebro<br />

a causa del cigarrillo, le proporcionó a Laura una<br />

expansiva s<strong>en</strong>sación de sublimidad. Hermoso, pero<br />

no podía durar mucho..., el sol se hundía rápido tras<br />

el horizonte <strong>en</strong> los trópicos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!