18.05.2013 Views

Islas en la red

Islas en la red

Islas en la red

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Ambas is<strong>la</strong>s se hal<strong>la</strong>ban <strong>en</strong> <strong>la</strong> Red, y donde había<br />

teléfonos había crédito. Y donde había crédito había<br />

billetes de avión. Y donde había reactores estaba el<br />

hogar.<br />

El hogar, p<strong>en</strong>só, reclinándose aturdida contra el<br />

sobrecargado carrito. No Galveston, todavía no. El<br />

Albergue abriría de nuevo <strong>en</strong> algún mom<strong>en</strong>to, pero<br />

eso aún no era el hogar. El hogar era David y <strong>la</strong><br />

niña. Estar acostada <strong>en</strong> <strong>la</strong> cama con David, <strong>en</strong>tre<br />

<strong>en</strong><strong>red</strong>adas sábanas, respirando el aire<br />

estadounid<strong>en</strong>se, quizá con un agradable atardecer<br />

fuera. Árboles, <strong>la</strong> sombra de <strong>la</strong>s hojas, polvo rojo y<br />

kudzús de Georgia <strong>en</strong> un seguro Refugio de<br />

Rizome. La pequeña Loretta, con sus sólidas<br />

costillitas y su curvada sonrisa de bebé. Oh, señor...<br />

El japonés más alto <strong>la</strong> estaba mirando. P<strong>en</strong>saba que<br />

estaba borracha. Laura se <strong>en</strong>derezó tímidam<strong>en</strong>te y<br />

él apartó <strong>la</strong> vista, fastidiado. Murmuró algo que el<strong>la</strong><br />

no pudo captar.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!