Hablando con Xavier Zubiri - Etor-Ostoa
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<strong>Hablando</strong> <strong>con</strong> <strong>Xavier</strong> <strong>Zubiri</strong> III. José Antonio Artamendi<br />
•142<br />
Será preciso analizar no sólo la situación, sino como en una<br />
terapia psiquiátrica, analizar el proceso y ver de hacer una catarsis<br />
que permita hacernos <strong>con</strong> la espina para <strong>con</strong>seguir sacarla.<br />
Caso de no hacerlo la situación desequilibrada será endémica<br />
y de una u otra manera hará acto de presencia.<br />
C.- Una tercera situación pudiera ser, y probablemente es<br />
la más frecuente, aquella en que una sociedad no es <strong>con</strong>sciente<br />
y vive abismada en toda una serie de problemas sin que detecte<br />
cuál es su verdadero problema, mientras que una parte de ella,<br />
reducida en un comienzo y que se va ampliando poco a poco,<br />
va haciendo ver primero a sí misma y luego al resto de la sociedad<br />
cuál es el verdadero problema.<br />
En esta situación la población toda entera camina siguiendo<br />
las directrices de otra sociedad que es ajena a ella. Como<br />
recuerda y recomienda Machiavelo, está la impositiva de rutas<br />
y de marchas, situada en la sociedad dominada por miembros<br />
de la misma, de la dominada, para que pueda hacer llegar a la<br />
sociedad dominada las directrices y las ordenanzas de la sociedad<br />
dominadora.<br />
Nadie <strong>con</strong>oce mejor la lengua y las costumbres de la sociedad<br />
dominada que los miembros de la misma. Los <strong>con</strong>sejos de<br />
Machiavelo fueron puestos en práctica por los creadores de la<br />
antropología social, en particular inglesa, que en lugar de dar<br />
sus órdenes en lenguas y costumbres extranjeras a los que las<br />
recibían, les iban a ofrecer en lengua y parámetros propios de<br />
los que las recibían.<br />
Creían que estaban haciendo historia propia y auténtica<br />
cuando en realidad, de verdad, están realizando la historia de<br />
los dominantes, nada más que vestida en lengua, símbolos y<br />
parámetros propios.<br />
Ciertamente es preciso mucha perspicacia para, en esos ordenamientos,<br />
símbolos y lenguas propias, detectar la presencia<br />
de mandatos y voluntades ajenas, y no sólo ajenas sino opuestas<br />
a las propias.<br />
Si alguien <strong>con</strong>sigue detectar detrás de unas apariencias propias<br />
unas direcciones ajenas, este tal va a en<strong>con</strong>trarse <strong>con</strong> un<br />
doble enemigo. Como es normal, quien sea capaz de ver eso,<br />
va a denunciar la presencia de las direcciones ajenas e impropias.<br />
Inmediatamente va a en<strong>con</strong>trarse <strong>con</strong> la voluntad de aque-