Hablando con Xavier Zubiri - Etor-Ostoa
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El líder, ya sea político, e<strong>con</strong>ómico o ideológico, deja de<br />
serlo cuando la sociedad, a la que él mismo cree dirigir y encaminar,<br />
toma otra dirección.<br />
Esto se pone de manifiesto en el proceso educativo. Nadie<br />
pone en duda que el docente influye o puede influir en el alumno.<br />
Pero pocos caen en cuenta, y es tan real como lo anterior,<br />
que el alumno influye en el docente.<br />
A fin de cuentas la definición de sabiduría que propone Platón<br />
en el Kratylo valiéndose de Heraclito parece acertada.<br />
Es inteligente quien sabe seguir el movimiento, ni adelantándose<br />
ni rezagándose.<br />
Hay en <strong>con</strong>secuencia un movimiento que es preciso seguir.<br />
Adelantarse es verse sumergido en la ola que avanza. Retrasarse<br />
es quedarse parado en la historia, sin posibilidad de volver a<br />
tomar la cuerda.<br />
Pero el hombre del mundo del saber, se cree espectador del<br />
movimiento cuando en realidad de verdad él mismo está sumido<br />
en el mismo.<br />
No hay pues dos capas en la sociedad de la que una es pasiva<br />
y la otra activa, espectadora y crítica. Ésta, aún cuando tenga<br />
la capacidad de distanciarse de la sociedad en la que está<br />
inmersa y de la que forma parte, está totalmente influenciada<br />
por su sociedad, y es gracias a ella, que le asigna y le <strong>con</strong>siente<br />
ese rol. El hombre del mundo del saber es lo que es y como lo<br />
es, gracias a la sociedad de la que él forma parte.<br />
No hay pues un mundo de impuros y alienados, ante el<br />
cual surge otro mundo de puros e ilustrados.<br />
Estos, los presuntamente puros e ilustrados, podrían tener<br />
su máximo exponente en Platón, que cuando pretende poner<br />
en práctica todas sus ideas, se ve obligado a exiliarse tras haber<br />
fracasado.<br />
Pero el hecho es que vemos nacer al hombre de letras o de<br />
ciencias. En una palabra, al hombre del mundo del saber. Orgulloso<br />
y jactancioso, presuntamente liberal, pero <strong>con</strong>servador<br />
e<strong>con</strong>ómico, se declara ciudadano del mundo, y servidor de la<br />
república de las letras. Escéptico y cínico se sentirá servidor de<br />
valores eternos y tendrá el mundo como ámbito de vida. Y<br />
I. Sociedad. El mundo del saber y la historia<br />
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