Hablando con Xavier Zubiri - Etor-Ostoa
Hablando con Xavier Zubiri - Etor-Ostoa
Hablando con Xavier Zubiri - Etor-Ostoa
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Hablando</strong> <strong>con</strong> <strong>Xavier</strong> <strong>Zubiri</strong> III. José Antonio Artamendi<br />
•152<br />
Por ello la forma de <strong>con</strong>vertirse de en-sí, en para-sí, solo<br />
podrá ser arbitrada por el propio pueblo. La alienación por<br />
anticipación de la que nos habla Heidegger podría venir al caso.<br />
Que ningún pueblo pretenda, por mejor, establecer los ritmos,<br />
procesos y formas de <strong>con</strong>vertirse en para-sí. Sólo quien es parasí<br />
puede establecer esos principios.<br />
Sencillamente cada pueblo necesita su teoría que no sólo le<br />
permita ser <strong>con</strong>sciente de sus necesidades propias y de sus cuestiones<br />
originales sino que, sobre todo, cada pueblo deberá arbitrar<br />
libre y penosamente las formas que le permitan una satisfacción<br />
real y una respuesta auténtica. Anticiparse un pueblo<br />
a otro, a sugerir o a imponer cómo ha de ser adulto, es<br />
impedirle serlo.<br />
Cada pueblo debe generar su teoría que le permita ser adulto,<br />
libre y responsable. Este deberá tomar en <strong>con</strong>sideración todas<br />
las circunstancias y atenerse a la realidad.<br />
Cuarto: Esa teoría se va a realizar a través de individuos<br />
<strong>con</strong>cretos. Sólo lo <strong>con</strong>creto es real, y el problema es un problema<br />
de realidades.<br />
Pero ese cambio de un pueblo en-sí en pueblo para-sí, es<br />
decir, este cambio que <strong>con</strong>duzca a una colectividad a ser adulta,<br />
va a en<strong>con</strong>trarse <strong>con</strong> la oposición de aquellos que no quieren<br />
una colectividad adulta, y también <strong>con</strong> la de aquellos que<br />
no quieren ser adultos.<br />
La buena voluntad será imprescindible, pero no es suficiente<br />
si se quiere generar esa teoría que de infantil transforme en<br />
adulta a una colectividad.<br />
Puede ocurrir, y a lo largo de la historia ha ocurrido a menudo,<br />
que esas personas <strong>con</strong>cretas se hagan <strong>con</strong>scientes de cuáles<br />
han de ser los derroteros por los que ha de marchar esa<br />
colectividad. La enemistad de unos y de otros hará que no pocos<br />
elementos cultos abandonen la pelea y, como indica Platón<br />
en la República, cesen en su empeño y «sienten casa». Es decir<br />
van a abandonar su proyecto y sólo se preocuparán de ellos. Lo<br />
<strong>con</strong>trario supondría ganarse la enemistad de aquellos cuya suerte<br />
quiere variar y mejorar, no <strong>con</strong>tando para ello <strong>con</strong> su apoyo.<br />
Este segundo sector de la sociedad tampoco generará la historia<br />
auténtica.