19.05.2014 Views

Año 28, entrega 100 (1918) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

Año 28, entrega 100 (1918) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

Año 28, entrega 100 (1918) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

146 Anales de la Universidad<br />

^<br />

Existe otra causa de error, debida al principio de coa-<br />

.gulación que se puede producir en el interior <strong>del</strong> vaso,<br />

durante los minutos que dura la exploración por el manómetro<br />

y la aspiración por la jeringa, cuando las indicaciones<br />

no son muy claras en el primer momento, y que<br />

hace que exista una resistencia suficiente á la aspiración.<br />

En cambio, durante la inyección sucesiva, cede este coágulo<br />

blando ante el empuje <strong>del</strong> gas, y puede éste penetrar<br />

libremente en el vaso.<br />

Efectuando el pneumotórax, nos ha sucedido á veces<br />

que la aspiración con la jeringa de seguridad no trajera<br />

sangre, y no obstante, estar la aguja llena en gran parte<br />

con ese líquido. Por esto damos valor absoluto á la prueba<br />

de la aspiración, solamente cuando demuestra irrefutablemente<br />

la existencia de aire (véase el cap. III), mientras<br />

que no le damos ninguna fuerza demostrativa al<br />

hecho de que no aspire sangre, puesto que como hemos<br />

dicho, aún así, en presencia de los factores perturbadores<br />

que acabamos de enunciar, puede la aguja estar implantada<br />

en un vaso.<br />

Se comprende la posibilidad de que basados en esta<br />

falsa seguridad se vaya á inyectar el gas en una vena.<br />

Esto es lo que ha sucedido en los casos 11 y 18 descritos<br />

en el trabajo de Brauer y Spengler, en un caso de<br />

Mijoen y en el cuarto de mis casos. En todos ellos la<br />

prueba por aspiración con la jeringa había precedido á<br />

la inyección <strong>del</strong> ázoe, con el resultado de no haber aparecido<br />

sangre. Debe, pues, considerarse la prueba de la<br />

jeringa como incapaz de dar en todos los casos, la seguridad<br />

de que no se está en un vaso. ^^^<br />

(1) Precisamente este hecho me ha llevado, hace algún tiempo, á modificar la<br />

técnica habitual de las inyecciones insolubles, (aceite gris, aceite alcanforado, etc. )^<br />

agregando á las precauciones usuales (punción con la aguja sola, elección de regiones<br />

poco vasculares, aguja de bisel corto), —una inyección previa de un liquido<br />

acuoso, suero ó solución anestésica, inyectado lentamente. Separando entonces la<br />

jeringa se ve que, por efecto de la fuerte presión en el sitio de la inyección, refluye<br />

siempre líquido que será claro si la aguja no ha penetrado en un vaso.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!