You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
donde iba el piano.<br />
-Pero desde el principio Toña -dijo Andrés. Temor de ser feliz a tu <strong>la</strong>do...<br />
-cantó.<br />
-No eches a perder todo -le dije yo que me había sentado en un sillón<br />
redondo y oía fascinada.<br />
-Va, general -dijo Vives y empezaron otra vez. Carlos seguía a Toña como<br />
si hubieran ensayado durante meses.<br />
No sólo <strong>la</strong> seguía sino que cuando acababa una canción él unía el final con<br />
el principio de otra y Toña entraba en su tiempo como si nada. Estaban<br />
jugando, se entendían con los ojos.<br />
«Por algo está el cielo en el mundo, por hondo que sea el mar profundo,<br />
no habrá una barrera en el mundo que mi amor profundo no rompa por<br />
ti.»<br />
-«Yo estoy obsesionada contigo y el mundo es testigo de mi frenesí»<br />
-canté con mi voz de ratón que no se aguantó <strong>la</strong>s ganas de participar.<br />
Toña asintió con <strong>la</strong> cabeza y con un brazo me hizo <strong>la</strong> seña de que me<br />
acercara.<br />
Me senté en <strong>la</strong> banquita del piano junto a Carlos y él saltó de esa canción<br />
que imaginé escrita para mí a los acordes de La noche de anoche.<br />
-«Ay qué noche <strong>la</strong> de anoche» -entró Toña. «De momento tantas cosas<br />
sucedieron que me confundieron.»<br />
-«Estoy aturdida, yo, yo que estaba tan tranqui<strong>la</strong>, disfrutando de <strong>la</strong> calma<br />
que nos deja ese amor que ya pasó» -canté con todo lo que tenía de voz<br />
y me recargué en Carlos que por un momento quitó una mano del piano<br />
y me acarició <strong>la</strong> pierna.<br />
-Ahora <strong>la</strong> que está echando a perder todo eres tú, Catalina -dijo Andrés.<br />
Cál<strong>la</strong>te, deja actuar a los grandes.<br />
No le hice caso. Seguí: «pero ¿qué tú estás haciendo de mí?, que estoy<br />
sintiendo lo que nunca sentí?» Mi voz parecía un silbato junto a <strong>la</strong> de Toña<br />
pero yo <strong>la</strong> seguía. «Te lo juro, todo es nuevo para mí.»<br />
Hasta llegué a sentir que era mía su voz sobre mi voz.<br />
-«Que me hizo comprender que yo he vivido esperándote» -dijimos y yo<br />
dejé caer <strong>la</strong> cabeza sobre el piano. Pum, se oyó como final de La noche de<br />
anoche.<br />
-Catalina, deja de estar chingando -decía Andrés. El borracho soy yo.<br />
Cenizas, Vives -pidió.<br />
-Si, Cenizas -dije yo.<br />
-Pero tú cál<strong>la</strong>te, Catín -dijo.<br />
-Si, mi <strong>vida</strong> -le contesté.<br />
«Después de tanto soportar <strong>la</strong> pena de sentir tu olvido» -cantó Toña.<br />
107