01.11.2012 Views

Arrancame la vida

Arrancame la vida

Arrancame la vida

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

hi<strong>la</strong>dos y tejidos. Ya era muy rico cuando convenció a Marilú de que su<br />

capital y <strong>la</strong> alcurnia de una Izunza harían unos hijos espléndidos y una<br />

familia ejemp<strong>la</strong>r. El<strong>la</strong> que entonces era una rubita pálida transparente por<br />

culpa de <strong>la</strong>s hambres disimu<strong>la</strong>das tras los enormes muebles del comedor<br />

heredados de su abuelo, aceptó después de unos remilgos. No bien se<br />

casó, se le subió <strong>la</strong> alcurnia hasta <strong>la</strong> altura de <strong>la</strong> cartera de su marido y se<br />

volvió insufrible. Siempre que podía me dejaba ir apreciaciones del estilo<br />

de:<br />

-Qué mérito el tuyo vivir con un político, hay que estar siempre<br />

disimu<strong>la</strong>ndo, y es tan difícil no ser franco. Yo no podría. Julián me regaña<br />

mucho porque digo todo lo que pienso, pero yo le digo tú que pierdes, tú<br />

eres un empresario, no tienes que andar quedando bien, lo tuyo es tuyo<br />

porque te lo ganaste con tu trabajo, tú no eres político. Además los Izunza<br />

somos francos y tú ya lo sabías cuando te casaste conmigo.<br />

Esa noche no estaba yo para soportar a Marilú. Matilde <strong>la</strong> cocinera, harta<br />

de cenas, enfureció porque le comenté que a <strong>la</strong> carne le faltaba jugo.<br />

Checo se había quedado llorando en su cuarto porque yo no esperé hasta<br />

que se durmiera, Andrés había pasado <strong>la</strong> tarde elogiando a Heiss y para<br />

colmo <strong>la</strong> Güera me había dejado pelona. No estaban <strong>la</strong>s cosas para oír a<br />

Marilú, pero el<strong>la</strong> sentada a media sa<strong>la</strong> con su piel de zorro, como si no<br />

estuviera prendida <strong>la</strong> chimenea, les contaba a <strong>la</strong>s demás mujeres cómo<br />

había corrido a su sirvienta de diez años porque <strong>la</strong> descubrió embarazada<br />

queriéndose sacar el hijo con el palo de <strong>la</strong> escoba:<br />

-Yo me horroricé, francamente. Y todo por no hacerme caso, porque ya yo<br />

le había dicho que tuviera cuidado con los trabajadores de <strong>la</strong> fábrica, que<br />

son unos irresponsables que nada más andan viendo a quién le hacen el<br />

chiste. Se lo dije cuando <strong>la</strong> vi que andaba con <strong>la</strong>s trenzas muy peinadas y<br />

queriendo llevar recados a <strong>la</strong> fábrica. Se lo dije, tú mejor no pienses en<br />

hombres, te conviene más quedarte conmigo siempre, conmigo estás<br />

bien, te trato bien, puedes cuidar a mis hijos como si fueran tuyos, ¿para<br />

qué te quieres meter con un hombre que ni te va a sacar de pobre y nada<br />

más te va a meter en líos? Pero no me hizo caso. Se fue de cuzca porque<br />

así es esta raza y después sí, mucha lágrima, mucho perdón señora,<br />

mucho es que me engañó. Pero no. Yo le dije muy c<strong>la</strong>ro, mira, voy a ser<br />

buena contigo porque ya tienes muchos años en <strong>la</strong> casa, te voy a<br />

mantener hasta que vaya a nacer <strong>la</strong> criatura, no te voy a pagar porque no<br />

vas a hacer bien tu trabajo, pero con que cuides a los niños me conformo.<br />

Eso sí, cuando te llegue <strong>la</strong> hora te vas al pueblo porque yo no tengo<br />

tiempo de ayudarte y no quiero que mis hijos se den cuenta de tu<br />

situación. ¿Qué más quería? Pues quería más, quería sacarse al hijo. No<br />

saben lo que sufrí, tan buena gente que se veía, tantas veces que le dejé<br />

44

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!