Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Como su marido tenía tanto tiempo enfermo, el<strong>la</strong> llevaba años<br />
guardándose <strong>la</strong>s ganas de coger mientras hacia vestidos y negocios. En<br />
cuanto vio a Tyrone Power le salieron todos los deseos y se puso como<br />
una fiera. Me dejó parada cerca de los mostradores de <strong>la</strong>s aerolíneas y se<br />
metió entre <strong>la</strong> marabunta de mujeres dando empujones y patadas.<br />
En dos minutos estaba encima del pobre hombre:<br />
-Tyrone, veo todas tus pelícu<strong>la</strong>s -le gritaba. Como llegó antes que <strong>la</strong><br />
multitud, alcanzó a darle un beso que él contestó con su estudiada sonrisa<br />
de muñeco. Después no pudo volver a sonreír, tuvieron que sacarlo del<br />
aeropuerto entre los bomberos y <strong>la</strong> policía. Las mujeres lo dejaron sin<br />
saco y sin un solo botón en <strong>la</strong> camisa. Cuando lo vi salir levantado en vilo<br />
por los bomberos, llevaba los pelos parados y le faltaba un zapato.<br />
Mónica tenía una cara de gatita satisfecha que daba gusto ver<strong>la</strong>. No he<br />
conocido mucha gente que sea feliz con tan poco.<br />
Del aeropuerto nos fuimos a casa de Chofi. La encontramos muy<br />
arreg<strong>la</strong>da, cosa que me pareció rara porque casi siempre a <strong>la</strong> una seguía<br />
en chanc<strong>la</strong>s y bata. Ese día ya estaba peinada muy propia con unas<br />
anchoas apretaditas y vestida de oscuro. No se le podía pedir <strong>la</strong> completa<br />
elegancia y por eso me pareció una exageración de Mónica notar que los<br />
prendedores de bril<strong>la</strong>ntes tan grandes como el que se puso entre <strong>la</strong>s tetas<br />
no se usaban de día.<br />
Estaba sentada en un sillón de su sa<strong>la</strong> Luis XV dejándose retratar por<br />
varios fotógrafos.<br />
Cuando se fueron yo supuse que había que felicitar<strong>la</strong>, pero no supe <strong>la</strong><br />
razón. Se <strong>la</strong> pregunté al último fotógrafo que pasó junto a nosotros y me<br />
dijo que Martín Cienfuegos, el gobernador de Tabasco, había firmado un<br />
pacto con políticos de varias partes del país para sostener <strong>la</strong> candidatura<br />
del general Rodolfo Campos a <strong>la</strong> Presidencia.<br />
Chofi parecía una lechuga, nos enseñó los botones con <strong>la</strong> foto de su<br />
marido que acababan de llegar de una fábrica en Estados Unidos y habló<br />
de los comités pro general Campos que empezaban a formarse en<br />
muchas partes del país.<br />
Supuse que Andrés lo sabía todo y que me había mandado ahí sin<br />
explicaciones pare que yo no me negara a visitar a Chofi como si fuera <strong>la</strong><br />
primera dama de su corte. Estaba furiosa contra él, pero oí <strong>la</strong>s historias de<br />
<strong>la</strong> Chofi con una sonrisa beatífica y cuando terminó me di el lujo de<br />
expresarle mis felicitaciones y pedirle que aceptara <strong>la</strong>s de Andrés, a quien<br />
asuntos locales habían imposibilitado el tras<strong>la</strong>do inmediato a los brazos<br />
de su compadre. Después me despedí alegando que quería volver con luz<br />
a Pueb<strong>la</strong>.<br />
64