01.11.2012 Views

Arrancame la vida

Arrancame la vida

Arrancame la vida

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

esperándo<strong>la</strong> para ir al zócalo.<br />

Me levanté de un brinco. Me vestí en segundos. Carlos estaba afuera y yo<br />

ahí de estúpida contemp<strong>la</strong>ndo al oso dormir.<br />

-Adiós -dije bajito y fingí que sacaba de mi cinto un puñal y se lo<br />

enterraba de últimas, antes de irme.<br />

Salí al patio gritando:<br />

-Niños, Carlos, vámonos. Ya estoy lista.<br />

Oscurecía. Nadie estaba en el patio del centro. Fui al jardín de atrás. Subí<br />

<strong>la</strong>s escaleras l<strong>la</strong>mándolos. No los encontré. Las luces de sus cuartos estaban<br />

apagadas. Toqué en <strong>la</strong> recámara de Lilia que era <strong>la</strong> única<br />

encendida.<br />

-¿Qué te pasa, mamá? Gritas como si se te escapara el cielo.<br />

Estaba linda. Con una bata ajustada en <strong>la</strong> cintura, <strong>la</strong> cara infantil y limpia.<br />

Se quitaba <strong>la</strong>s anchoas. Las iba soltando rápido y el pelo le salía rizado<br />

bajo los oídos.<br />

-¿A dónde vas? -le pregunté.<br />

-A cenar con Emilio -el mismo tono con que su padre me respondía: «a <strong>la</strong><br />

oficina».<br />

-Qué desperdicio, mi amor. Dieciséis años y ese cuerpo, y esa cabeza a <strong>la</strong><br />

que tanto le falta aprender, y esos ojos bril<strong>la</strong>ntes y todo lo demás se va a<br />

quedar en <strong>la</strong> cama de Milito. El pendejo de Milito, el oportunista de Milito,<br />

el baboso de Milito que no es nada más que el hijo de su papá, un atracador<br />

como el tuyo pero con ínfu<strong>la</strong>s de noble. Es una lástima, mi amor. Lo<br />

vamos a <strong>la</strong>mentar siempre.<br />

-No exageres, mamá. Emilio juega bien tenis, no es simpático pero<br />

tampoco es feo. Es muy amable, se viste de maravil<strong>la</strong> y a mi papá le<br />

conviene que yo me case con él.<br />

-Eso sí está c<strong>la</strong>ro -dije.<br />

-Le gusta <strong>la</strong> música. Nos lleva a los conciertos de Carlos.<br />

-Porque están de moda y porque son una buena oportunidad de sentarse<br />

dos horas sin que se le note que no piensa nada -contesté.<br />

Los cuartos daban a un pasillo abierto con un barandal del que colgaban<br />

macetas.<br />

-Hace frío. ¿Seguimos p<strong>la</strong>ticando aquí adentro? -dijo metiéndose al<br />

cuarto. La seguí. Se paró frente al tocador a cepil<strong>la</strong>rse el pelo.<br />

-¿Dónde estarán éstos? -pregunté. ¿Por qué se fueron sin mí?<br />

-Porque ya no te quieren -dijo extendiendo su risa todavía de niña.<br />

-¿Ni un recado? -preguntó. Entonces recordé <strong>la</strong> maceta en el cuarto de<br />

Carlos.<br />

-Que quedes preciosa mi amor. Voy a estar en el costurero. Pasa a verme<br />

128

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!