Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón

¿Cuando llegó al país se radicó directamente en
Morón? Sí, al término de la Segunda Guerra Mundial
vinimos desde Italia a construir nuestra casa, en un barrio
que entonces era un maizal. A cinco cuadras había
una laguna con sapos. Ahí fue donde nos criamos con
mis dos hermanos mayores, Antonio y Juan. Al poco
tiempo de estar en Buenos Aires no sabía pronunciar
bien las palabras, pero después fui aprendiendo. A mis
amigos del barrio les hablaba en italiano y ellos no entendían.
Una vez, uno me tiró una piedra en la frente,
donde todavía tengo la cicatriz. Lo tomé como un bautismo
por pisar este país hermoso (se ríe). En la escuela
primaria perfeccioné el idioma gracias a la ayuda de las
maestras, que siempre se reían cuando les decía “me
permite señorina”, antes de ir al baño.
¿A qué se dedicaba su padre? Como la mayoría de
los inmigrantes de esa época, trabajaba en la construcción,
y todos tuvimos que ayudarlo. A los 6 años le dije
que quería ser médico, pero como la combinación entre
el estudio y el trabajo era dificultosa, decidí irme a la
Ciudad Universitaria de La Plata. En cinco años y medio
estaba recibido, y paralelamente me desempeñaba como
practicante en el policlínico central de La Matanza.
Es llamativo que un chico de 6 años ya defina su
profesión ¿Qué lo atraía de la medicina? Siempre
que veía un animalito que sufría, trataba de curarlo; me
llamaba la atención la forma de acabar con su angustia.
Hasta que un día tuve un accidente con la bicicleta:
me quebré un tobillo y me llevaron a la asistencia pú-
blica, donde me atendieron varios médicos. En ese instante
descubrí que yo quería hacer lo mismo con otras
personas, como médico o enfermero. En el colegio me
gustaba la biología, y eso fue como un detonante.
¿En qué año terminó la carrera? En 1972. En La
Matanza alcancé a ser jefe de área, y después entré en
el Posadas, donde aún estoy. En ese hospital fui médico
de guardia, jefe del servicio de Obstetricia, y a partir
de 1995 estoy a cargo del departamento materno infantil.
Hablando de esto recuerdo el esfuerzo de mi viejo:
luego de recibirme me construyó un consultorio en la esquina
de casa. Atendía desde las 16 hasta la media noche.
Con el tiempo me mudé al centro de Morón, en
Brown y 9 de Julio.
¿Cómo ve el hospital desde que ingresó hasta hoy?
El hospital obviamente sufrió altibajos. Cuando yo entré
no había tantas consultas. En los últimos años cumplió
un rol muy importante en la región para la atención
primaria. A partir del departamento materno infantil,
especialmente, se generaron redes informales
de atención, y se avanzó mucho en el área de investigación,
docencia y asistencia. Se avanzó en el tratamiento
de la cirugía fetal y en diagnósticos intrauterinos
que muestran afecciones fetales dentro del útero,
que a veces hasta pueden ser corregidas en el mismo,
como problemas vertebrales. Para ello, hicimos estudios
previos con animales. Somos el único hospital
del país que puede hacer cirugía fetal. Atendemos
de cuatro mil a cinco mil partos por año. También ofrecemos
el servicio de la residencia de madres con niños
prematuros.
¿En la actualidad se sigue capacitando? Participo
en los cursos que se dan en el hospital, en el país y en
el exterior. Una de las finalidades de los encuentros internacionales
es intercambiar experiencias para mejorar
la atención y examinar las posibilidades de aplicarlas
en nuestro país. Asistí a eventos en la Universidad
de Toronto (Canadá) por unas investigaciones que estamos
haciendo en forma conjunta; a Perú por investigaciones
sobre el diagnóstico prenatal; y a un congreso
mundial en Malasia organizado por la Federación
Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO).
¿Es verdad que formó una familia de médicos? Sí,
pero fue inconsciente. Cuando me mudé a La Plata para
hacer la carrera conocí a mi esposa, Dolores Montevarela,
durante el último año. La casualidad hizo que
nos cruzáramos allí porque éramos los dos de zona oeste:
ella vivía Castelar. Al año nos casamos (1973) y fuimos
a vivir a Haedo. Dos años después de casarnos nació
Mariano, quien actualmente es médico cirujano del
Posadas. Dolores se especializó en pediatría, y se dedicó
20 años a la oncología y la patología pediátrica.
Desde hace una década me ayuda con las investigaciones
en el campo materno infantil. Hoy es una de las áreas
más importantes del hospital.
¿Qué anécdota recuerda de su carrera? En el 2000
recibo una llamada de parte del Vaticano. No lo podía
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