Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón

¿Usted nació en Morón? Sí, el 11 de febrero de 1923.
Vivía con mis padres y seis hermanos en la calle Sarmiento,
y después nos mudamos a Casullo. Papá trabajaba en el
Ministerio de Agricultura y escribía poesía, pero no la
publicaba y yo la guardaba en un cofre con mucho cariño
y entusiasmo. Me fomentó la inclinación a la lectura y
escritura, pero cuando vino la última crisis económica, mi
mamá empezó a vender todo lo que podía, y dentro de
esa movida cayó el cofre con todas las poesías.
Después de la muerte de mi padre nos mudamos a
Floresta y más tarde volvimos a Morón; en 1954 construimos
una casa en la calle Boatti, donde vivimos un
tiempo todo juntos. Hice la primaria en Morón y la secundaria
en Capital Federal, pero no la terminé porque
me dediqué a diversos trabajos, sobre todo al periodismo.
¿Cómo fue esa vinculación? Cursé en la Escuela
Superior de Periodismo de Capital, y desde los 20 años
empecé a trabajar en distintos medios zonales como La
Tribuna, La Villa y La Reafirmación, dirigido por Albistur
Villegas, que luego fue intendente. Colaboré con su
gestión, asumí en la oficina de Prensa e inmediatamente
en la Subsecretaría de Cultura. Hasta 1955, cuando
vino la Revolución Libertadora, trabajé en la industria,
pero no dejé nunca el periodismo. Hice muchos aportes
vinculados al teatro. Empecé a escribir obras y a colaborar
con una experiencia innovadora, que fue la inauguración
del Teatro Experimental.
¿Contaban con una sala para eso? Sí, dentro del
Palacio Municipal funcionaba una sala de conferencias
con subsuelo, donde se abrió una boca de escenario y
se la equipó con luces y sonido. Pero el proyecto fue más
amplio: se convocó como director al español Pedro
Escudero, fueron evaluados distintos actores para conformar
el elenco y además se les brindó asesoramiento
en distintas tareas artísticas como expresión corporal,
impostación de voz y realización escenográfica. Escudero,
luego de trabajar más de cinco años en el teatro de Morón,
pasó a dirigir el Nacional Cervantes, el San Martín de
la Ciudad de Buenos Aires y el departamento artístico
de Canal 9.
Volviendo a Morón, la primer obra que hicimos con el
Experimental fue Fuenteovejuna, en el teatro y luego
en la plaza General San Martín, donde intervino la orquesta
municipal y el coro infantil y de adultos. Fue un
gran espectáculo, asistieron entre 4000 y 5000 personas.
Inmediatamente después nos convocaron del Teatro
Cervantes y adaptamos la versión. Algunos de los artistas
que se formaron profesionalmente en esa época fueron
Horacio Forti, Germán Yáñez, Dito, Pío Gracía,
Edda Verdmon, Coco Herbert, Rosa Schoffer y Jorge
Castilla, entre otros.
¿De qué manera aparece la idea del llamado Teatro
Rodante? La sala de Morón sólo tenía 200 butacas, y no
todo el Partido concurría a ver las obras. Entonces, si la
gente no venía al teatro, nosotros se lo llevaríamos a la
gente. Así nació el proyecto. El intendente Albistur Villegas
le encargó la construcción del teatro rodante a un industrial
griego llamado Temistocles Lykiardópulos. Este
hombre tenía un taller en Ituzaingó y pidió que nadie lo
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