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Vida y obra. A comienzos de la década del
60, en Buenos Aires se consolidaba el movimiento
de recambio generacional y estético que pasó a
conocerse como La Generación del 60. Camusso
formó parte de esa experiencia, y entre otras
cosas colaboró activamente en distintos proyectos
vinculados al cine, en compañía de Fernando
Birri.
Fue el director técnico de CHILE FILMS de Santiago
y del área de fotografía de la Universidad
de Córdoba. Entre los diversos films en los que
participó como director de fotografía se destacan:
Los inundados (1962), Gente conmigo (1965), Invasión
(1969), Ufa con el sexo (1968), Breve cielo
(1969), y El grito de Celina (1975).
del Litoral. Ese lugar estaba ocupado por Birri, que a fines
de los cincuenta comenzó a dedicarse de manera exclusiva
a la producción y rodaje de Los inundados, basada
en el relato de Mateo Booz, y a la que estuvieron
ligados muchos de los integrantes del Instituto. Era una
universidad muy avanzada, al punto que tenía editorial,
radio y cine.
Como director técnico del área de cine comencé a participar
en varias películas. Incluso en Los inundados, que
logró el primer gran premio internacional del cine argentino,
nada menos que en el Festival Internacional
de Venecia.
El Instituto se destacó por su mirada social y militante.
¿Cómo se organizaban para trabajar?
Nuestro axioma con Birri siempre fue utilizar el cine
al servicio de la universidad, y la universidad al
servicio de la educación popular. La propuesta no
imaginaba una institución que produjera films de ficción,
sino que diseñara un ámbito orientado a la experimentación
y los trabajos documentales como parte del
Instituto de Sociología.
Lo innovador era no exigir que los alumnos tuvieran estudios
secundarios. El examen de ingreso era una charla
donde se buscaba determinar el interés por el cine y la
sociedad de los aspirantes, y el régimen de materias
seguía un criterio humanístico. Teníamos Castellano,
Literatura, Matemática, Integración Cultural, Crítica y
Estética Cinematográfica, entre otras. No se aprendía
sólo lo técnico. Había una estimulación muy fuerte a la
lectura, se buscaba una formación genérica. Los traba-
jos foto-documentales se elegían por su sentido crítico
y por su aspiración a convertirse en instrumentos de cambio
social. En 1969 me retiré y viajé a Chile.
¿Qué actividades desarrolló en ese lugar? Fui director
técnico de CHILE FILMS en Santiago. Estuvimos
durante la finalización del gobierno de (Eduardo) Frei
y el primer tiempo de Salvador Allende. Cuando volví
al país realicé cortos para el Fondo Nacional de las Artes.
Filmé con María Rosa Gallo, en ese momento amenazada
por la triple A. Deberíamos haber ido a filmar al
Chaco, pero descubrí que en Moreno había un lugar parecido,
y nos quedamos ahí.
¿Durante la última dictadura estuvieron exiliados?
Sí, nos fuimos del país. Nuestras hijas -tuvimos dosmilitaban
en centros de estudiantes, y a una le mataron
el marido. Después que nos allanaron la casa fuimos a
Brasil, y después a Guayaquil, donde tenía una promesa
de trabajo. No pudo ser, y finalmente viví de plata
que me habían dado unos amigos de acá y la hermana
de Guillermina. En Colombia, donde estuve unos diez
años, fundé el Fondo de Promoción Cinematográfica de
Bogotá, que organiza seminarios del más alto nivel internacional.
Y una vez regresado a la Argentina me desempeñé
en el área de investigación y desarrollo de Cimacom,
en el estudio de tecnologías relacionadas a equipos de
imagen y sonido.
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