Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón
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Vida y obra. Ricardo Passano nació el 29<br />
<strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1922. Cuando tenía 6 años su familia se<br />
mudó a Ituzaingó, ciudad en la que todavía resi<strong>de</strong>. Con<br />
apenas 12 años y junto a sus hermanos Margot y<br />
Mario se inició en la carrera artística <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong><br />
su padre, que los dirigía en la tira radial “La familia<br />
<strong>de</strong> Tony”. Luego, con “Juvenilia” llegó su gran consagración<br />
en el cine, papel que le abrió la posibilidad<br />
<strong>de</strong> seguir filmando. “La guerra la gano yo”, “Se abre<br />
el abismo” y “Ritmo, sal y pimienta”, son algunas <strong>de</strong><br />
sus películas. En teatro, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su <strong>de</strong>but en “Mi<br />
Querida Ruth”, participó en los elencos <strong>de</strong> “Un marido<br />
como hay pocos”, “La muerte <strong>de</strong> un viajante”,<br />
“Una historia casi inverosímil” y “Las mantenidas”,<br />
entre otras. Debido a presiones <strong>de</strong> la dictadura militar<br />
que arrebató el gobierno al peronismo, en 1957<br />
tuvo que <strong>de</strong>jar su carrera como actor y <strong>de</strong>cidió <strong>de</strong>dicarse<br />
a la docencia.<br />
Por su trayectoria artística fue galardonado con los<br />
premios Florencio Sánchez, María Guerrero y Raíces.<br />
¿Cómo siguió su carrera? Lamentablemente, cuando<br />
estaba en el punto más alto me cortaron las alas. Había<br />
firmado un contrato en radio El Mundo para hacer “Las<br />
zapatillas rojas”, la versión radial <strong>de</strong> la película. Pero por<br />
“or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> arriba” me dijeron que no podía actuar. Era<br />
1957. El problema era que los militares no querían que<br />
la gente pensara. Mi padre dirigía “La Máscara”, un teatro<br />
in<strong>de</strong>pendiente que era un semillero <strong>de</strong> gente muy<br />
talentosa, don<strong>de</strong> había gran<strong>de</strong>s figuras como Roberto<br />
Arlt. Mi viejo era un lírico, un soñador, un bohemio. Creía<br />
en la buena genialidad <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> izquierda. Vino<br />
una or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> arriba, me cortaron los contratos y entonces<br />
tuve que, con una valijita, muy callado, en la sombra,<br />
comenzar una nueva vida, una nueva tarea: ser maestro<br />
<strong>de</strong> teatro.<br />
Su vida docente empieza en la Capital, pero <strong>de</strong>spués<br />
se vincula con el oeste. Claro, porque las primeras<br />
clases fueron en la calle Cangallo, en un <strong>de</strong>partamento<br />
que alquilé, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> pasé a la avenida Santa<br />
Fé. En ese lugar estuve aproximadamente un año, y en<br />
1972 llegué a Ituzaingó. Luego tuve la posibilidad <strong>de</strong><br />
enseñar en la Sociedad <strong>de</strong> Fomento <strong>de</strong> Castelar, don<strong>de</strong><br />
sigo en la actualidad. Después me llamaron <strong>de</strong> Ramos<br />
Mejía para dar clases en la Casa <strong>de</strong> la Cultura. A mis<br />
alumnos no solamente les enseño teatro, sino algo hermoso<br />
que no es mérito mío, sino <strong>de</strong> mi viejo y <strong>de</strong> mis<br />
abuelos, que es conducta en la vida. Enseño a ser una<br />
buena persona, a no ser vanidoso, a alegrarse con el<br />
triunfo <strong>de</strong>l compañero y a no sentir envidia. Con ellos<br />
realizamos 550 festivales gratis. Armé un espectáculo<br />
que se llamaba “Festiteatro”. Representábamos pasajes<br />
<strong>de</strong> Las <strong>de</strong>l barranco, Despierta y Canta, Vive como<br />
quieras, El conventillo <strong>de</strong> la paloma, Doña Rosita la soltera<br />
y muchas obras más.<br />
Su familia se mudó a Ituzaingó cuando usted tenía<br />
6 años ¿Qué recuerdos tiene <strong>de</strong> esa época? Ituzaingó<br />
era virgen, las calles eran <strong>de</strong> tierra. No había rejas y había<br />
un tranvía tirado por caballos que <strong>de</strong>spués le pusieron<br />
un motorcito. Mario (su hermano) y yo nos escapábamos<br />
al río Reconquista a pescar, a nadar. El barrio era<br />
mi mundo y mi vida. A<strong>de</strong>más, aquí conocí a mi esposa<br />
Marta Fi<strong>de</strong>la Teresita Pisano, Negrita. Su familia vino<br />
<strong>de</strong> Palermo a vivir a un chalet muy lindo aquí a la vuelta.<br />
Ella pasaba en bicicleta con su hermano, y la primera vez<br />
que la ví me gustó mucho y le dije: “Adiós encanto”. No<br />
te voy a contar lo que me dijo su hermano (se ríe). Me<br />
dio años hermosos, y lo más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> la vida, que son<br />
mis hijos Ricardo (ya fallecido) y Rossana.<br />
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