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Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón

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los Derechos <strong>de</strong>l Hombre. Tenían una pequeña oficinita<br />

en la que recibían a los familiares <strong>de</strong> los <strong>de</strong>tenidos y <strong>de</strong>saparecidos.<br />

Recuerdo que me atendió Lilia <strong>de</strong> Orfano<br />

y las dos lloramos como locas por nuestros hijos. También<br />

comencé a ir a la Plaza <strong>de</strong> Mayo todos los jueves, pero<br />

a<strong>de</strong>más cada una seguía haciendo su búsqueda. También<br />

fuimos al Servicio <strong>de</strong> Paz y Justicia (SERPAJ) cuando<br />

todavía estaba cautivo Adolfo Pérez Equivel. Volvimos<br />

al tiempo y ya estaba Adolfo, quien nos atendió muy bien<br />

y nos ayudó mucho.<br />

¿A qué otros lugares recurrieron? Todas las madres<br />

estábamos <strong>de</strong>sesperadas. Una vez viajamos a Holanda<br />

a consultar a un vi<strong>de</strong>nte que se había hecho famoso<br />

porque había <strong>de</strong>tectado el lugar don<strong>de</strong> se cayó el avión<br />

con los rugbiers uruguayos en 1972, pero no nos pudo<br />

<strong>de</strong>cir nada. También íbamos a vi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> distintos barrios<br />

<strong>de</strong> Buenos Aires, pero esas mujeres eran buchonas<br />

<strong>de</strong> la dictadura.<br />

Hay una anécdota famosa <strong>de</strong> su visita a la Mansión<br />

Seré, aquí en Morón, cuando era un centro clan<strong>de</strong>stino<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>tención. Eso fue inolvidable. Sabíamos<br />

que ahí había gente <strong>de</strong>tenida. Siempre que pasaba por<br />

el lugar le <strong>de</strong>cía a mi consuegra que tenía ganas <strong>de</strong> entrar.<br />

Entonces un día me fui para allá y no le dije nada a<br />

mi marido. Primero entré a una ferretería que estaba<br />

enfrente y le pregunté al dueño: “¿Usted sabe si se ven<strong>de</strong><br />

la Mansión?”. El señor me miró y me dijo que no.<br />

Cuando salí <strong>de</strong> la ferretería enfilé directamente para la<br />

casa, y como el portón estaba abierto me metí. Empecé<br />

a golpear las manos pero no salía nadie, entonces atra-<br />

vesé toda la propiedad hasta la parte trasera. Pu<strong>de</strong> ver<br />

que me estaban vigilando, y fue ahí cuando salió un hombre<br />

con camisa celeste, manga corta, peinado con gomina;<br />

tal cual como lo interpretaron en la película Crónica<br />

<strong>de</strong> una fuga basada en el libro <strong>de</strong> Claudio Tamburrini.<br />

El tipo me preguntó qué quería, y yo le dije que quería<br />

saber si se vendía la casa, que había averiguado en el<br />

Municipio y que estaba en venta. Le expliqué que mi i<strong>de</strong>a<br />

era poner un hogar <strong>de</strong> ancianos.<br />

¿Cómo reaccionó? El hombre se contenía mucho y<br />

me <strong>de</strong>cía: “No, señora. Váyase”. Yo insistía: “¿Y se alquila?”.<br />

El señor me <strong>de</strong>cía que no, que me fuera. Estaba<br />

rojo. Yo <strong>de</strong> paso miraba todo, a ver si encontraba algo.<br />

Lo único que podía ver era una ventanita con una manguera.<br />

En eso se asomó otro hombre, al que no le pu<strong>de</strong><br />

ver la cara, que le dijo al que estaba conmigo: “Despachá<br />

a esta mujer, que se vaya”. No me quedó otra que irme.<br />

Mi visita fue en 1978, un poquito antes <strong>de</strong> la fuga.<br />

¿Qué reflexión le merece la palabra memoria?<br />

Luego <strong>de</strong> la recuperación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia volví a la zona<br />

<strong>de</strong> la Mansión Seré para hacer un documental, y una<br />

vecina, muy joven, me dijo: “Yo tengo hijos que están<br />

creciendo, y quiero que sepan lo que pasó para que jamás<br />

vivan algo igual”. Por eso nunca hay que <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><br />

reforzar la memoria, que consiste en la búsqueda <strong>de</strong> la<br />

verdad y la justicia. Sin memoria no hay posibilidad <strong>de</strong><br />

lograr justicia, y que nos digan qué pasó con cada uno<br />

<strong>de</strong> nuestros hijos e hijas <strong>de</strong>saparecidos.<br />

Vida y obra. Nora Morales <strong>de</strong> Cortiñas<br />

nació el 22 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1930 en el hospital Ramos<br />

Mejía <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> Buenos Aires. Cofundadora<br />

<strong>de</strong> la Asociación Madres <strong>de</strong> Plaza <strong>de</strong> Mayo e integrante<br />

<strong>de</strong> Madres Línea Fundadora, Nora es psicóloga<br />

social y titular <strong>de</strong> la cátedra <strong>de</strong> Po<strong>de</strong>r<br />

Económico y Derechos Humanos en la Universidad<br />

<strong>de</strong> Buenos Aires. Su hijo Carlos Gustavo Cortiñas,<br />

militante <strong>de</strong> la Juventud Peronista, fue <strong>de</strong>tenido<br />

en Castelar el 15 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1977 por miembros<br />

<strong>de</strong> la dictadura militar, y actualmente permanece<br />

<strong>de</strong>saparecido.<br />

En el año 2000 fue <strong>de</strong>clarada Doctora Honoris Causa<br />

por la Universidad Libre <strong>de</strong> Bruselas, Bélgica. Y en<br />

2004 también la Universidad <strong>de</strong> Salta la distinguió<br />

con dicho reconocimiento por su trayectoria en <strong>de</strong>fensa<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos económicos y sociales <strong>de</strong> la<br />

población argentina.<br />

9 8 • M U N I C I P I O D E M O R Ó N

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