Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón

Llegó a Buenos Aires en 1952 con un contrato para hacer
tres peleas. Ya era campeón panameño de boxeo y
tenía 21 años. Se casó aquí con una italiana, y nunca
más se fue. En 1958 se nacionalizó argentino. Mientras
tanto se convirtió en campeón argentino y sudamericano
de la categoría medio liviano. Esta podría ser la síntesis
biográfica de Luis Federico Thompson, boxeador
de profesión.
Nació en la ciudad de Colón, zona del canal, en Panamá,
el 19 de diciembre de 1926. Uno de sus hijos, Mauricio,
explica que su padre se hizo boxeador de casualidad:
“Mis abuelos querían que él fuese médico. Estudiaba en
la Universidad cuando se peleó con un amigo en una típica
pelea de barrio. El contrincante era famoso por ser
el más bravo, pero mi padre le dio una tremenda paliza.
Entonces, otro amigo, que ya boxeaba, lo invitó a entrenarse
con él”.
Thompson, que vive en Castelar con su esposa, comenzó
a frecuentar los gimnasios a escondidas de sus padres.
Participó en dos o tres peleas como amateur, pero inmediatamente
saltó a los rings profesionales y ya no
pudo ocultar más su secreto. “Mi abuela se enojó muchísimo
y creo que ello también fue una de las razones
por las que vino a Buenos Aires, además del contrato
para pelear aquí”, señala Mauricio.
Al llegar a la Argentina se instaló en un hotel porteño
sin pronunciar una palabra de español, porque en esos
años la zona del canal de Panamá pertenecía a Estados
Unidos y sólo se hablaba inglés. Al año siguiente, otro
boxeador con el que se entrenaba en el gimnasio del
Luna Park le sugirió que se mudara a Morón, donde los
alquileres eran más baratos y la zona más tranquila. Pero
antes permaneció en la Ciudad de Buenos Aires y su vida
familiar dio un vuelco importante.
“Alquiló una pieza en una pensión de la calle Bartolomé
Mitre, donde también conoció a mi madre, una italiana
que vivía en el convento de las monjas del Colegio María
Auxiliadora”, recuerda su hijo. De la unión nacieron
Mauricio y Luis Federico, que actualmente vive en
Italia.
Thompson dedicó su vida a pelear. Así se convirtió en el
campeón argentino y sudamericano de su categoría medio
liviano, hasta que se retiró en 1963. Durante esos años
se presentó en todas las provincias y viajó varias veces a
Estados Unidos, donde tuvo la oportunidad de radicarse,
pero nunca aceptó, por estar encantado con nuestro país,
en el que “no hay problemas de racismo ni discriminación”,
según lo que Thompson le contó a su hijo.
Todos recuerdan su pelea más memorable en el Luna,
el 12 de diciembre de 1959, cuando noqueó a Don
Jordan, campeón mundial de su categoría. “No era
una pelea por el título, pero fue muy impresionante,
porque era la primera vez que un campeón perdía por
knock out, lo que le significó la posibilidad de subir en
el ranking y pelear por el título en Estados Unidos”,
dice Mauricio.
Luego de retirarse del boxeo pasó unos años entrenando
a jóvenes pugilistas. En la década del 70 ingresó a trabajar
al área de mayordomía del Municipio de Morón,
donde permaneció hasta 1993.
I L U S T R E S C O N O C I D O S • 1 7 3