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Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón

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¿Usted es nativo <strong>de</strong> Morón? No, nací en Capital<br />

Fe<strong>de</strong>ral, pero al año siguiente me mudé al oeste <strong>de</strong> la<br />

provincia <strong>de</strong> Buenos Aires, a Ciuda<strong>de</strong>la. Mi papá era <strong>de</strong><br />

origen siciliano y trabajaba en el ferrocarril, en el barrio<br />

<strong>de</strong>l Once. Eramos siete hermanos, dos <strong>de</strong> los cuales eran<br />

italianos, y cinco argentinos. Nuestras raíces sicilianas<br />

siempre influyeron en las costumbres familiares, con una<br />

estructura severa.<br />

Recién a los 18 entré como ferroviario, pero nunca <strong>de</strong>jé<br />

<strong>de</strong> pintar.<br />

Combinaba el arte con la manera <strong>de</strong> ganarse la vida.<br />

Sí, porque no existía otra forma <strong>de</strong> salir a<strong>de</strong>lante. Después<br />

<strong>de</strong> la carnicería entré a una inmobiliaria, don<strong>de</strong> ocupaba<br />

una oficina importante y me iba bastante bien. Pero me<br />

encontré con que me faltaba tiempo para la pintura, y <strong>de</strong>cidí<br />

instalar un taller <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la oficina. Aprovechaba el<br />

tiempo, hacía las dos cosas. Más a<strong>de</strong>lante opté por instalar<br />

el estudio en mi casa, y arranqué dando clases en<br />

galerías. De esta manera pu<strong>de</strong> vivir <strong>de</strong>l arte.<br />

¿Dón<strong>de</strong> realizó sus estudios? Soy autodidacta. Lo<br />

único que hice fueron los estudios primarios. Cuando era<br />

chico mis maestros observaban los dibujos que hacía <strong>de</strong>l<br />

cuerpo humano, una especialidad en la que siempre me<br />

<strong>de</strong>staqué. En la escuela me hacían dibujar en el pizarrón<br />

para ambientar el lugar durante las fechas patrias.<br />

Después me inscribí en algunos cursos, como dactilografía,<br />

recuerdo. No hice una carrera profesional, mi formación<br />

estuvo influenciada por el contacto que tuve<br />

con los artistas plásticos más gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l país:<br />

(Demetrio) Urruchúa, (Juan Carlos) Castagnino y<br />

(Antonio) Berni. Mi gran universidad fue la vida, la<br />

gente.<br />

En Ciuda<strong>de</strong>la tenía algunos amigos que eran hijos <strong>de</strong><br />

familias sicilianas, y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esa barra había un pintor<br />

<strong>de</strong> pare<strong>de</strong>s y cuadros. Comencé a acompañarlo cuando<br />

tenía 10 años: él pintaba y yo le hacía mate o asado.<br />

Hasta que observándolo <strong>de</strong>scubrí mi pasión. Todos los<br />

fines <strong>de</strong> semana íbamos al barrio <strong>de</strong> La Boca, hasta que<br />

un día quise probar y agarré un cartón y unos pinceles,<br />

y me puse a pintar. Hacíamos cuadros en las quintas,<br />

íbamos caminando con el caballete y los cacharros. De<br />

esa manera fui conociendo el oficio.<br />

¿Cómo fue su experiencia con las gran<strong>de</strong>s figuras<br />

<strong>de</strong> la pintura argentina? Grandiosa. Todo se dio<br />

en 1950 cuando tenía 27 años: envié una <strong>de</strong> mis obras<br />

a un salón, fue aceptada, y recibió muy buena critica.<br />

Salió en los diarios, junto con la <strong>de</strong> un pintor que había<br />

ganado el tercer premio. Quise conocerlo, así que fui a<br />

su casa para pedirle que me enseñara técnicas, movido<br />

por la necesidad <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r e incorporar herramientas<br />

profesionales. Me explicó que como estaba estudiando<br />

y no tenía tiempo, me llevaría al taller <strong>de</strong>l maestro<br />

Urruchúa. Yo estaba muy emocionado, para mí era como<br />

el cielo. Estuve ocho años con él aprendiendo pintura y<br />

monocopia; con Castagnino, quien también era <strong>de</strong>l grupo<br />

<strong>de</strong> los pintores sociales, aprendí dibujo; y <strong>de</strong>spués conocí<br />

a Pompeyo Audivert, <strong>de</strong> quien fui ayudante. No<br />

hice carrera formal en institutos, pero estudié con pintores<br />

y tuve la suerte <strong>de</strong> estar en la cocina <strong>de</strong> todo. En<br />

el taller <strong>de</strong> Urruchúa había unas cien personas estudiando,<br />

y formamos un grupo llamado Los Lobos. Después<br />

figuramos en un libro que el maestro escribió con los entonces<br />

futuros pintores <strong>de</strong>l país: puedo <strong>de</strong>cir orgulloso<br />

que no se equivocó, todos hicimos obras.<br />

¿Y sus recuerdos en el mundo <strong>de</strong>l arte? Son variados<br />

por todo lo que viví. Cuando fui al taller <strong>de</strong> (Lino)<br />

Spilimbergo justo viajaba a Tucumán para crear la<br />

Universidad <strong>de</strong> las Artes, y al volver le pedí una entrevista<br />

para mostrarle unos dibujos. Yo no había aprendido<br />

a dibujar con él pero lo imitaba, era el ejemplo a seguir,<br />

mi sueño era po<strong>de</strong>r tener una clase con él. Finalmente<br />

me recibió en su casa un día que estaba apurado porque<br />

salía para Europa. Ese día entendí dibujo:<br />

Spilimbergo puso un papel sobre la mesa, trazó algunas<br />

líneas, conformó una figura humana y <strong>de</strong> pronto hizo<br />

un trazo en el lugar en el que iba el hombro. En ese momento<br />

me preguntó qué había hecho, y le contesté: un<br />

hombro. “No señor, eso es una curva”, me advirtió. Así<br />

aprendí el significado <strong>de</strong> la línea y <strong>de</strong> la construcción.<br />

No dibujamos ojos ni narices, son líneas, valores,<br />

elementos plásticos. El hecho <strong>de</strong> que una curva<br />

se ponga en el lugar <strong>de</strong>l hombro no implica que esa<br />

<strong>de</strong>je <strong>de</strong> ser una curva. A partir <strong>de</strong> esa experiencia empecé<br />

a mirar los dibujos <strong>de</strong> otra manera; ya no hacía un<br />

seno, ni lo veía como seno, lo veía como un círculo.<br />

¿Qué opina <strong>de</strong>l reconocimiento a su trabajo? Mis<br />

obras tuvieron suerte diversa. En la medida que comencé<br />

a recibir premios, me empezaron a llamar <strong>de</strong> los salo-<br />

5 6 • M U N I C I P I O D E M O R Ó N

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