17.11.2014 Views

Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón

Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón

Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

¿Qué recuerda <strong>de</strong> su infancia? En mi familia las mujeres<br />

éramos mayoría, cinco hermanas. Mi papá era el<br />

único hombre y trabajaba en el rubro <strong>de</strong> la imprenta. Había<br />

sido numerador, numeraba las páginas, un oficio que ya<br />

no existe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que apareció la offset, que al mismo tiempo<br />

imprimía y numeraba. Con el tiempo él se puso un taller<br />

en casa, en el que todas hacíamos algo. Era muy machista,<br />

papá pensaba que la mujer sólo tenía que hacer cosas<br />

don<strong>de</strong> vivía. Con respecto a los estudios no terminé la<br />

secundaria, pero aprendí a coser a través <strong>de</strong> un curso por<br />

correspon<strong>de</strong>ncia.<br />

¿Por qué <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n mudarse a Castelar? Me puse <strong>de</strong><br />

novia a los 15 años con un vecino, Carlos Cortiñas. Cuatro<br />

años más tar<strong>de</strong>, en 1950, nos casamos. Tuvimos dos hijos:<br />

Gustavo, que hoy está <strong>de</strong>saparecido, y Marcelo.<br />

En 1952 vinimos a vivir a Castelar porque unos parientes<br />

<strong>de</strong> Carlos tenían una casa en esta localidad. La verdad es<br />

que es una ciudad muy linda, y aunque por momentos es<br />

bastante hermética, la gente se preocupa por el otro.<br />

Cuéntenos algunas cosas <strong>de</strong> Gustavo. Gustavo nació<br />

el 11 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1955 y estudió en el colegio<br />

Inmaculada Concepción <strong>de</strong> Castelar. Se recibió <strong>de</strong> bachiller<br />

humanista, un curso muy exigente al que iban sólo chicos<br />

con un <strong>de</strong>terminado promedio. Cuando terminó la secundaria<br />

se inscribió en la carrera <strong>de</strong> Administración <strong>de</strong><br />

Empresas en la Universidad <strong>de</strong> Morón. En la mitad <strong>de</strong><br />

sus estudios nos dijo que quería pasarse a la universidad<br />

pública, porque empezó a tomar conciencia<br />

<strong>de</strong> que no correspondía pagar por la educación.<br />

Siempre trabajaba para costearse esos estudios.<br />

¿En ese momento arrancó su experiencia política?<br />

Sí. Fue miembro <strong>de</strong> la Juventud Peronista y <strong>de</strong>spués ingresó<br />

al movimiento Montoneros. Pero un día se alejó<br />

<strong>de</strong> la dirigencia porque no soportaba a los políticos que<br />

ro<strong>de</strong>aban a Juan Domingo Perón. Dejó la universidad<br />

a los 21 años, se casó con Ana y tuvo un hijo, Damián.<br />

¿Continuó militando? Claro, porque seguía teniendo<br />

el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> hacer cosas. Empezó a militar en la Villa 31<br />

<strong>de</strong> Retiro con el padre Carlos Mugica. Luego <strong>de</strong> que<br />

asesinaran a Mugica en 1974, se vino a trabajar en la<br />

zona oeste, en el Barrio Gar<strong>de</strong>l y en el barrio San Juan.<br />

¿Cómo ocurrió su secuestro? Se lo llevaron el 15 <strong>de</strong><br />

abril <strong>de</strong> 1977 en la estación <strong>de</strong> Castelar. Fue al trabajo<br />

a las 9 <strong>de</strong> la mañana y había quedado con Ana que a la<br />

tar<strong>de</strong> se encontraban en Flores para hacer unas compras.<br />

Ana era maestra, cuando llegó al colegio lo llamó<br />

por teléfono para convenir la hora, pero le dijeron que<br />

no había ido a trabajar. Durante todo el día no recibió<br />

ningún mensaje, ella estaba muy extrañada. Esa noche<br />

cenaron con Marcelo y María Rosa, la novia <strong>de</strong> Marcelo.<br />

Cuando terminaron, Marcelo fue a acompañar a María<br />

Rosa a su casa. Ana se quedó sola y tocaron el timbre.<br />

Vio pasar un Ford Falcon a través <strong>de</strong> la persiana, que<br />

había <strong>de</strong>jado abierta para esperar a Gustavo, que no<br />

llegaba. Se asomó por la reja y le dijeron que Gustavo<br />

estaba en un hospital. Ella no abrió, pero un tipo le apuntó<br />

por <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la reja, le dijo que la casa estaba ro<strong>de</strong>ada<br />

y que abriera porque igual iban a entrar.<br />

Se metieron como diez personas. La esposaron, revisaron<br />

toda la casa, revolvieron los cajones y la amenazaron<br />

contantemente. Le hicieron un interrogatorio y<br />

cuando ella contestaba, ellos <strong>de</strong>cían “coinci<strong>de</strong>”; ahí se<br />

dio cuenta <strong>de</strong> que ellos lo tenían.<br />

¿Dón<strong>de</strong> se encontraban uste<strong>de</strong>s? Nosotros no estábamos<br />

en Buenos Aires, habíamos viajado a pasar<br />

Semana Santa a Mar <strong>de</strong>l Tuyú con ellos también. El domingo<br />

<strong>de</strong> Pascua los chicos se volvieron pero nos <strong>de</strong>jaron<br />

al nene. Nosotros nos quedamos, porque <strong>de</strong> ahí nos<br />

íbamos a Mar <strong>de</strong>l Plata a saludar a un familiar. Igual estábamos<br />

muy intranquilos: ya habían caído muchos compañeros<br />

<strong>de</strong> Gustavo, y había mucha represión.<br />

¿Qué hicieron <strong>de</strong>spués? Volvimos <strong>de</strong> Mar <strong>de</strong>l Plata<br />

el sábado, y a Gustavo se lo habían llevado un viernes.<br />

Ana pudo acomodar toda la casa pero estaba muy triste.<br />

Ni la radio estaba prendida, y en casa siempre se escuchaba<br />

radio. Preguntamos por él y nos dijeron que había<br />

ido a jugar al fútbol. Como no nos miraban a la cara,<br />

no les creímos. Entonces nos contaron la verdad, y lo primero<br />

que hicimos fue presentarnos en la Comisaría <strong>de</strong><br />

Castelar, en la calle Libertador. Nos atendió una mujer<br />

y le preguntamos si Gustavo estaba allí. La mujer revisó<br />

un listado y contestó con una frase: “A pedido <strong>de</strong> área”,<br />

y contestó que no tenía más información. Volvimos a<br />

los pocos días, el oficial <strong>de</strong> guardia nos hizo pasar a<br />

una oficinita, y dijo que aunque Gustavo estuviera <strong>de</strong>tenido<br />

allí, él no podía <strong>de</strong>cir nada. También dijo que siguiéramos<br />

buscando, pero que la cosa venía mal.<br />

¿Se contactaron con alguna organización <strong>de</strong><br />

Derechos Humanos? Sí, fuimos a la Liga Argentina por<br />

I L U S T R E S C O N O C I D O S • 9 7

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!