Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón

¿Es de Morón? Sí, nací acá en 1926, y tengo cuatro hermanos.
Mi papá era un contador tucumano y mi madre
era descendiente de franceses. Empecé la primaria en
el Colegio San José, pero en 4to. grado me cambiaron
a la escuela N° 13.
¿En ese momento aparece su inclinación por el
deporte? A los 12 años estaba en 6to. grado y se organizó
una olimpíada para escuelas primarias en el
Municipio de Morón. Participé en atletismo, salto en alto,
fútbol y básquet, todo en el Club Hípico Las Nutrias, en
Rivadavia al 17.400, que luego se convirtió en el Club
Olimpia. Me encantó estar en ese campeonato.
También influyó mi padrino, que practicaba varios deportes
y yo siempre lo acompañaba. Desde chico iba a
nadar al río y jugaba al básquet en el Club Araucano, que
ahora es el Club Morón.
¿Su familia lo apoyaba? No sólo eso, sino que además
mi madre y mis hermanos jugaban al tenis. Yo siempre
lo miré desde la distancia porque prefería otros deportes,
pero la red de tenis que estaba guardada en un
baúl en mi casa la llevé al Club Matreros y armamos la
cancha de voley. Me considero fundador del voley moronense,
porque en las instituciones de aquí no se jugaba.
Un tiempo después pasamos al Club 77, porque
en Matreros no había demasiado lugar, y ese deporte
creció mucho. Fui director de Educación Física y apliqué
los métodos modernos de entrenamiento. Antes la actividad
era muy limitada. Con estos métodos modernos
organicé la primer Colonia de Morón.
¿De qué manera? El presidente del 77 me dijo: “Acá
en el verano no hay nadie”. Y yo le contesté: “Tengo la
fórmula para que se te llene el club”. Entonces empecé
la Colonia con dos grupos de chicos de 8 y 10 años. Quería
que se practicaran juegos divertidos.
Es interesante, porque por esos años el concepto
de “Colonia” no era familiar y conocido como
ahora. Por supuesto. Me sirvió mucho el haber estudiado
en la Escuela de Educación Física de la Secretaría
de Deportes de la Municipalidad de Buenos Aires, en
Parque Chacabuco. Tuve excelentes profesores, y allí
ya se organizaban colonias para los chicos. Era una forma
de estimular a que se desarrollaran físicamente, pero
también servía como contención social, como recreación
y como divertimento.
¿Cuándo arranca la Colonia en el Club? Se inauguró
el 6 de enero de 1962. Yo dirigí las actividades desde ese
año hasta 1972. Dejé por complicaciones en el trabajo,
pero todo quedó funcionando con excelentes profesores,
muchos de los que hoy son mis amigos. La Colonia
llegó a tener 500 chicos, fue muy exitosa. Una vez hicimos
un campamento educativo en Villa Carlos Paz, y estuvo
hermoso. Te cuento que soy socio vitalicio N° 69 del 77,
en un lugar que llegó a tener 5.000 inscriptos.
Imaginamos que combinaba esa docencia con la
competencia activa. Claro, pero el competir es algo
que ya venía haciendo. Yo armé mi propio club a los 17
años junto con otros dos compañeros, se llamaba El Rayo.
Nos entrenábamos en una pista que hicimos “a pala”
en el Club San Martín, el más grande que hubo en Morón,
aunque ya nadie lo recuerde. En 1944 comencé a trabajar
en la Unión Telefónica y pasé a representarlos en
las competencias que se organizaban. Hice mis primeros
pasos con excelente rendimiento. Más tarde pasé a
Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, donde había muy
buenos atletas. Pero justo en mi mejor momento deportivo
me tocó el servicio militar obligatorio.
¿Dónde lo destinaron? Ya había cumplido 21 años.
Primero estuve en la Escuela de Mecánica de la Armada
(ESMA), pero al poco tiempo me mandaron a los cuarteles
de Puerto Belgrano, en la Provincia de Buenos Aires.
Allí vivíamos 5 mil tipos donde sólo cabían mil. En ese
momento tuve un parate de mi mejor momento deportivo.
Yo me había entrenado mucho durante ese verano
para integrar la selección argentina que competiría en
el campeonato sudamericano de 1947.
Usted también fundó el Club Juventud Atlética de
Morón. ¿Cómo surgió esa iniciativa? Bueno, en enero
de 1953, con algunos amigos como Alejandro Clementoni,
Antonio González, Humberto Kamegawa,
Oscar Milano y otros, nos juntamos en el Rugby Club
Los Matreros y decidimos crear esa asociación.
Construimos una pista y vestuarios en el Club Deportivo
Morón para que pudieran entrenar nuestros atletas.
Luego, en 1986, formamos la Agrupación Atletas Veteranos
del Oeste para seguir compitiendo a nivel de alto
rendimiento. Yo fui a competir a otros países como ve-
I L U S T R E S C O N O C I D O S • 1 5 9