Descargar Ilustres conocidos (pdf) - Municipalidad de Morón
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la Escuela <strong>de</strong> Mecánica <strong>de</strong> la Armada, la ESMA, al igual<br />
que Enrique.<br />
Luego me vinculé con otras madres que iba conociendo<br />
en las comisarías y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias a las que recurríamos<br />
en busca <strong>de</strong> información. Recuerdo que una vez, haciendo<br />
fila en el Departamento <strong>de</strong> Policía con mi hija Margarita,<br />
nos apartaron y le preguntaron a ella: "¿Vos estás casada?".<br />
Ella respondió que sí y que a<strong>de</strong>más tenía dos hijas.<br />
Entonces le dijeron: "Te voy a dar un consejo: vos a<br />
tu mamá no la acompañes más, porque a ella no le va a<br />
pasar nada, pero a vos y a tu marido no sé". Ahora<br />
Margarita es secretaria <strong>de</strong> Derechos Humanos <strong>de</strong> la<br />
Central <strong>de</strong> Trabajadores Argentinos, la CTA.<br />
¿A qué otros lugares concurrían para pedir información?<br />
También íbamos a la parroquia Stella Maris<br />
<strong>de</strong> monseñor Emilio Gracelli. El nos recibía, nos preguntaba<br />
qué había pasado, anotaba nuestros datos y nos<br />
<strong>de</strong>cía: "Vaya tranquila que yo le voy a averiguar". Sé<br />
que una vez fue el actor Marcos Zucker para averiguar<br />
por su hijo. Gracelli le dijo que lo habían matado, pero<br />
era mentira, a su hijo lo habían liberado y se fue a Brasil.<br />
En 1979 el muchacho volvió con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> hacer la <strong>de</strong>nuncia<br />
ante los enviados <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> los Estados<br />
Americanos, pero al llegar a Buenos Aires lo capturaron<br />
y lo mataron. En otra oportunidad me pidieron $ 70.000<br />
para hacer aparecer a mi hija. Obviamente yo no tenía<br />
ese dinero. Recuerdo a un matrimonio bastante mayor<br />
al que le pidieron una gran cantidad <strong>de</strong> plata para <strong>de</strong>volverle<br />
al hijo, pero entregaron el dinero y se quedaron<br />
sin nada.<br />
¿Cómo la conoció a Azucena Villaflor? En esa misma<br />
parroquia. Ella un día se levantó <strong>de</strong> su asiento y nos dijo:<br />
"Nosotras tendríamos que reunirnos en Plaza <strong>de</strong> Mayo<br />
como hicieron nuestros mayores y reclamar por nuestros<br />
hijos". Azucena era una mujer muy preparada y hablaba<br />
muy bien. Allí quedamos para ir el 30 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1977<br />
por la tar<strong>de</strong>. Yo llegué primera, era sábado y no había<br />
un alma. Me senté en un banco y fumaba, fumaba.<br />
Estaban las palomas y yo. Al cabo <strong>de</strong> un rato noté que<br />
tres mujeres venían caminando, no traían carteras, sólo<br />
un mone<strong>de</strong>rito. Ese día éramos catorce personas pero<br />
sólo diez mamás. Nos quedamos un rato largo esperando<br />
a que llegaran más y quedamos en reunirnos el próximo<br />
viernes.<br />
¿Qué activida<strong>de</strong>s hacían en la Plaza? Nos sentábamos<br />
en los bancos, o caminábamos <strong>de</strong> a dos.<br />
Empezamos a caminar alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la pirámi<strong>de</strong>, pero nos<br />
corría la policía. Entonces optamos también por ir a las<br />
iglesias <strong>de</strong> la zona, que son varias, y nos sentábamos<br />
en la puerta. Recuerdo a<strong>de</strong>más que íbamos a una iglesia<br />
en Flores don<strong>de</strong> hacíamos vigilia durante todo el<br />
día. También hubo iglesias don<strong>de</strong> nos cerraron la puerta<br />
en la cara. Un sacerdote que nos acompañó mucho fue<br />
Jorge Novak, que se quedaba toda la noche con nosotras<br />
y nos daba misa a las siete <strong>de</strong> la mañana. También<br />
nos venía a acompañar en la Plaza. Un tiempo <strong>de</strong>spués<br />
otra mamá sugirió que pasáramos la reunión para los<br />
días jueves, y eso se convirtió en una costumbre. Nunca<br />
<strong>de</strong>jé <strong>de</strong> concurrir, salvo cuando se enfermó mi marido,<br />
pero luego <strong>de</strong> su fallecimiento volví, y nunca más falté.<br />
Siento que lo necesito, y que lo necesita el país, para<br />
que más allá <strong>de</strong> lo que haya pasado con cada hijo, nadie<br />
se saque <strong>de</strong> la cabeza las atrocida<strong>de</strong>s que realizó la<br />
dictadura militar.<br />
I L U S T R E S C O N O C I D O S • 6 9