La_voz_ascendente_Especulo_53_2014
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<strong>La</strong> <strong>voz</strong> <strong>ascendente</strong> - nº <strong>53</strong> Espéculo julio-diciembre <strong>2014</strong><br />
dinero para comprar la bici, pero nunca lo ha manifestado así ante Hussa, a la que le<br />
dijo que estaba decidida a cambiar.<br />
—¡Compraré una bici! [risas]<br />
—¿Qué?<br />
—Compraré una bici. Sin ruedines, porque ya sé montar. [más risas]<br />
—¿No sería mejor donarlo a nuestros hermanos en Palestina? —dice la Srta.<br />
Hussa que ha quedado estupefacta—. Una bici no es para niñas devotas que<br />
protegen su alma y su honra. Tu familia no te dejaría. Donaremos el dinero. Si<br />
Dios quiere, tu generosidad será recompensada. Vuelve a sentarte, por favor.<br />
¿Por qué Wadjda no da otra respuesta más política y manifiesta directamente su deseo a<br />
sabiendas de lo que puede ocurrir? Podemos pensar que peca de ingenua, pero también<br />
que ha alcanzado un nivel de sinceridad mayor por lo que ha pasado y no necesita<br />
mentir. Es de ahí de dónde saca la fuerza para enfrentarse la Srta. Hussa cuando esta le<br />
dice que "no ha cambiado" y que "tu comportamiento estúpido te perseguirá para<br />
siempre". Es esa sinceridad que Wadjda ha desarrollado la que le permite mirarla<br />
directamente y decirle con ironía: "¿Como su ladrón azul?", en referencia al rumor que<br />
corre por la escuela sobre un posible amante sorprendido por la familia. Es un choque<br />
impensable anteriormente. Ha ganado a la Srta. Hussa en su terreno y ahora la desafía.<br />
El sistema tiembla.<br />
Cuando finalmente se produzca el encuentro con la madre en la terraza, esta le dirá: "No<br />
me creo que dijeras que querías una bici". Al final, el dinero que estaba destinado al<br />
vestido que habría de atraer al padre será invertido en la bici para "la niña con agallas",<br />
como se la definió el dueño de la tienda de juguetes a la madre cuando fue a<br />
comprársela. "Quiero que seas la más feliz", le dirá la madre abrazándola.<br />
<strong>La</strong> película refleja la tensión religiosa existente entre las formas autoritarias y lesivas<br />
para con la mujer y otra forma que obedece más al corazón y busca la felicidad de las<br />
personas. No es un debate meramente narrativo sino un reflejo de la sociedad misma en<br />
la que Wadjda y Haifaa Al-Mansour, la directora de la película, viven.<br />
El gran acierto de la película en este terreno —a mi modo de ver— es abordarlo desde<br />
lo cotidiano, desde el efecto que una religión restrictiva, que inunda toda la vida social,<br />
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