La_voz_ascendente_Especulo_53_2014
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<strong>La</strong> <strong>voz</strong> <strong>ascendente</strong> - nº <strong>53</strong> Espéculo julio-diciembre <strong>2014</strong><br />
De hecho, la mujer formaba para de la estructura del régimen sirio continuamente, pero según un<br />
marco superficial de la utilización de una formalización moderna. <strong>La</strong> mujer se usaba como<br />
elemento decorativo y no se respetaba su papel en la toma de decisión. Por otro lado, el mismo<br />
régimen se encarga de mostrar otra imagen de las revolucionarias sirias. En los últimos años,<br />
muchas escritoras sirias han redactado y descrito las miserias y torturas de las revolucionarias<br />
capturadas en las cárceles del sistema. Algunas de las presas supieron que el régimen transmitía<br />
rumores sexuales vergonzosos sobre las activistas como forma de humillación y para<br />
intimidarlas.<br />
Son acusaciones individualistas que se ajustan a la naturaleza de la revolución siria, que corre de<br />
una calle a la otra, al contrario de la revolución egipcia que permanecía en las plazas. Pero los<br />
rumores del régimen se centraban en los cuentos de las fiestas de sexualidad colectivas.<br />
El sistema sirio no se esforzaba para complementar la seducción del orientalismo, ni inventaba la<br />
imagen de la mujer en nikab; solo centraba su interés en convertir la revolución pacífica desde su<br />
comienzo a una verdadera guerra étnica y al sistema no le interesaba falsear la imagen. Vimos<br />
que ese régimen ha abierto las puertas de cárceles y liberaron a los integristas islamistas, a los<br />
criminales. Dejó las fronteras sin vigilancia con Irak para facilitar el acceso de las milicias<br />
armadas. Por desgracia, pronto el mundo ha olvidado una revolución fina que cantaba y su<br />
máximo grito decía “Ma benhebak” (no te queremos).<br />
Ahora, existe un conflicto armado intenso, las pérdidas de vidas y la sangre derramada en ese<br />
combate sin sentido. Mientras, la imagen de la mujer siria no se salvó del peligro. Han aparecido<br />
historias, no oficiales, sobre “el matrimonio yihadista”, cómo las mujeres se casan con los<br />
militantes islamistas para entretenerles durante la guerra. Parece como un reciclaje del concepto<br />
de la prostitución sagrada que existía ya en las religiones antiguas.<br />
Los regímenes decadentes vuelven a ser coherentes de nuevo y se olvidan de la sangre que se<br />
derramaba como ríos en esta primavera.<br />
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