1 - Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

Continúa la
sa tisfac cion
de los argumentos
que
se hacen fundados
en la
Sagrada Escritura
, haciendo
ver
que no hay
decisión de
la Iglesia
que prohiba
seguir este
sistema , y
se da el medio
que debe
seguir el
Astrónomo
juicioso.
19° ASTRONOMÍA.'
opinión de los hombres, y conformándose con las^
ideas que el pueblo tenia en aquel tiempo; y en otro
lugar (*): Hay en las Santas Escrituras, dice, muchas
cosas referidas conforme á la opinión y á la
idea que se tenia en el tiempo en que sucedieron, y
no conformes á la realidad. San Agustín (**) dice
al poco mas ó menos lo mismo respondiendo á sus
discípulos en una qüestion que le propusieron acerca
del movimiento de los cielos ó su reposo, diciendoles
que eran qüestiones muy sutiles, y que necesitaban
mucho tiempo, no pudiéndole él emplear
por tener que atender á cosas mas necesarias, no:
pudiendo tampoco distraer á los que él deseaba in&- :
truir para el bien y utilidad de la Santa Iglesia.
§. XLVIII.
Si tan opuesto fuera como se pretende el movimiento
de la tierra al espíritu de las Sagradas
Escrituras, la Iglesia seguramente tendría prohibido
usarle en las escuelas, y mucho mas que anduviese
impreso; pero no se ve una decisión formal
que lo prohiba. Únicamente en los años de 1616
y 1633, la Congregación de Cardenales Inquisidores
en Roma dio dos decretos, el primero contra
las obras de Copernico, y el segundo mandando
(*) I*Jtrem.Cap.i%. (**) siug. de Genetiad/itteramlib.%. cap. 10.
CAPÍTULO PRIMERO. 191
que Galileo abjurase los errores del sistema Copernicano.
Pero sin embargo de esto se permite en
Roma valerse de él como hipótesis, y. se enseña públicamente.
La Iglesia en aquel caso tuvo justas
razones para prohibir que se sostuviese aquella opinión,
por los perjuicios que podría ocasionar la demasiada
licencia en la interpretación de los pasages
de la Escritura, y estaba en unas circunstancias
que podia temer las conseqüencias. Pero ya en
el dia no hay aquellos temores, y están mas adelantados
los conocimientos y conoce todo hombre
de razón que aunque se expliquen muy felizmente
los fenómenos celestes por medio de este sistema
no es sin embargo demostrado que sea el único en
que se verifique todo; y puede ser muy bien que
una feliz revolución en este ramo de ciencias naturales
trastorne todo lo que en el dia creemos, y
nos lo ponga aun con mas sencillez y mas demostrativo.
El Filósofo, pues, que haya de obrar con
juicio debe seguir el espíritu de la Iglesia, tomando
el sistema de Copernico únicamente como hipótesis
, en la suposición de que solo se puede hacer
evidente, que supuesto como él quiere, resultan los
fenómenos facilísimamehte explicados, pero no se sabe
mas.