1 - Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

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ASTRONOMÍA.
necesidades, por su figura y por otras varias ra-
. zones, no hay motivo para darle un privilegio exclusivo,
haciéndole estar quieto mientras que los
otros giran. Tendremos una prueba evidente de que
el centro del movimiento de los planetas Mercurio
y Venus es el sol y no la tierra, si acordándonos
de la observación que hicimos {§. 38) de la máxima
elongación de estos dos planetas respecto del
sol, examinamos con qual de las dos hipótesis se
explica mejor. Sea S el sol en la suposición de Co-
Fi g . .3. pernico, TLE la órbita de la tierra, y CBAD la
órbita de uno de los dos, Venus por exemplo. Estando
la tierra en T, el Observador en ella proyectará
al sol en la esfera de las fixas, al punto N.
Si Venus está en el punto D es referido al punto
M, y su elongación se mide por el arco MN;
si después, suponiendo que gira en la dirección
DCB A, pasa al punto F de su órbita es proyectado
al punto P, y ya su elongación es menor, y va
disminuyendo hasta llegar á C, en donde está en
conjunción. Pasando de este punto se va separando
hasta que en el punto B es donde se le cree
mas separado del sol, porque en llegando á G se
proyecta en H, y está mas próximo al sol ya, que
quando se proyectaba en O. Observamos, pues, que
no está en quadraturá en todo el discurso de su
revolución, y mucho menos en oposición. Pero si
CAPÍTULO PRIMERO. 19 5
por él contrario siguiendo el sistema de Ptoloméo
suponemos que S sea la tierra, y T el sol se ha de
verificar precisamente en algún caso que Venus esté
en oposición con él, como sucederá quando el
planeta se halle en el punto A de su órbita, que
entonces será proyectado al punto N del cielo; y
proyectándose en este caso el sol al punto R la
distancia ó elongación de estos dos astros se medirá
en la tierra que se ha supuesto en S con el arco
N MR que es de 180 o .
3). LU.
Supuesto que convencidos de las razones ex-introducción
puestas á favor del sistema Copernicano, y habien- cacrondHos
do visto ademas los argumentos convincentes que^f e ° s s
en
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hay contra los otros , nos determinaremos á seguir- f° s ° s
la
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le como el mas probable: con él únicamente expli- P ernico -
carémos los fenómenos que dependen del movimiento
y de la posición de las órbitas. Omitiremos
el referir la explicación de los fenómenos, según
las otras dos hipótesis, porque ademas de ser obra
muy larga y enredosa por la complicación de movimientos
que ellas suponen, no es de ninguna utilidad;
porque al fin lo que únicamente se requiere,
es tener arreglado el movimiento para saber determinar
los lugares de los astros en el cielo, y resolver
todas las demás qüestiones que se presenten,
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