1 - Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

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294 ASTRONOMÍA.
conocimiento de las leyes de las curvas sepa aplicar
los preceptos generales al caso particular que
le presentan las observaciones. Pero la compara^
cion de las medidas de diferentes grados de la tierra,
ademas de las tres, hechas en bastante número
y por Matemáticos muy diestros, hacen ver que
la tierra no es un cuerpo tan homogéneo, que de
su rotación pueda resultar una figura por medio
de la qual el cálculo de los resultados que se quieren,
esto es, proporcional al número de toesas en
cada uno de los grados, y la diferencia de los radios
en el equador y en los polos. Esta es la causa
por que los Matemáticos han variado tanto en
establecer la cantidad de aplanamiento de la tierra.
El mejor medio que para ir con alguna uniformidad
hay en todas estas observaciones y cálculos
rigorosos es que cada qual lo haga por sí mismo,
tomando por fundamento aquellos supuestos que le
parezcan mas exactos. Nosotros valiéndonos de las
determinaciones mas modernas diremos que el achatamiento
es un 36o.- 0 del total; de esta suposición
resulta que la diferencia entre el radío del equador
y el que va á parar al polo es de 41 leguas.
Suponiendo que estas dimensiones sean constantes y
las verdaderas, se sabrá con puntualidad la superficie,
volumen, peso y aun el número de granos de
arena de que se compone todo el globo terráqueo.
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CAPÍTULO SEGUNDO. 295
SECCIÓN
QUARTA.
De la paralaxe y refracción.
§. XXV.
ara conocer la distancia de los astros á la tier- Definición
ra es indispensable conocer la paralaxe. Esta no es CÍO" de C * a
otra cosa que el arco del cielo comprehendido en- Ls varfacfo-'
tre los dos diferentes puntos á que se refiere un as- "** y efec *"
tro, mirado desde la superficie de la tierra, ó mirado
desde el centro de ella (si esto fuese posible).
Qualquiera que reflexione ó haga el experimento
de lo que sucederá con una araña de cristal, ú
otro qualquiera objeto pendiente del techo de una
sala, si lo mira desde los extremos de ella, poniéndose
ya en el suelo, ya progresivamente mas
alto, conocerá lo que debe pasar con los astros mirados
desde la superficie ó desde el centro de la
tierra. Advertirá que estando en el suelo proyectó
aquel objeto á un punto determinado, y que si se
va subiendo verticalmente sobre aquel mismo punto
le parece que la araña va baxando, y separándose
de aquel punto á que la proyectó en la primera
posición. Si en lugar de ponerse en un extremo
de la sala se pone verticalmente debaxo del
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