El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003
El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003
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También hay una búsqueda activa de los empleadores, directam<strong>en</strong>te o a través de<br />
terceros, para incorporar a niñas como empleadas domésticas. <strong>El</strong> 18.8% de las chicas<br />
consiguieron el trabajo por esta vía.<br />
-Los factores impulsores de la ruta crítica<br />
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TRABAJO INFANTIL DOMÉSTICO EN HONDURAS<br />
La iniciativa para irse a trabajar como empleadas domésticas g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te no devi<strong>en</strong>e<br />
de las motivaciones personales de las niñas, sino que es el resultado de las condiciones<br />
de vida que las empujan y obligan a la incorporación temprana al trabajo fuera de la<br />
casa. Una de cada tres <strong>en</strong>trevistadas respondió que empezó a trabajar como empleada<br />
doméstica porque era lo que sabía hacer, y esa respuesta no da lugar a dudar sobre la<br />
certeza del trabajo. Al llegar a la adolesc<strong>en</strong>cia se v<strong>en</strong> forzadas a salir a trabajar fuera de<br />
la casa por mandato de la cultura de la pobreza.<br />
La pobreza es la determinante estructural de las condiciones de vida de las niñas,<br />
cruzadas por la viol<strong>en</strong>cia, la explotación laboral, y la desigualdad de género, que se<br />
conjugan para marcar el camino de la ruta crítica hacia el trabajo infantil doméstico <strong>en</strong><br />
hogares de terceros.<br />
Sin embargo, la perspectiva de irse a la ciudad como empleadas doméstica también<br />
repres<strong>en</strong>ta, <strong>en</strong> el imaginario de las chicas, la oportunidad de estudiar para alcanzar una<br />
mejor vida. Para una de cada cuatro <strong>en</strong>trevistadas esa fue la motivación que las al<strong>en</strong>tó<br />
a trabajar.<br />
También, como se vio, hay una búsqueda activa de los empleadores, directam<strong>en</strong>te o a<br />
través de terceros, para incorporar a niñas como empleadas domésticas; son dóciles,<br />
desinformadas, sin apoyos de redes sociales, acostumbradas al trabajo y a la sumisión<br />
a la jerarquía familiar, y sobre todo, repres<strong>en</strong>tan un conting<strong>en</strong>te siempre disponible de<br />
mano de obra barata. <strong>El</strong> 18.8% de las TID consiguió el trabajo por esta vía. Las amigas<br />
también juegan un papel importante, haci<strong>en</strong>do el <strong>en</strong>ganche <strong>en</strong>tre las que ya se han ido<br />
a la ciudad a trabajar, y las que aún permanec<strong>en</strong> <strong>en</strong> sus lugares de orig<strong>en</strong> (17.6%).<br />
De las respuestas de las niñas y de la información que proporcionaron las trabajadoras<br />
domésticas adultas sobre sus experi<strong>en</strong>cias, así como las familiares de las chicas, como<br />
se vio <strong>en</strong> el capítulo quinto, surge un mismo conv<strong>en</strong>cimi<strong>en</strong>to; el trabajo <strong>en</strong> casas se<br />
percibe como una alternativa de empleo más segura que buscar la sobreviv<strong>en</strong>cia por su<br />
cu<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> la calle. T<strong>en</strong>er alojami<strong>en</strong>to y comida asegurada, y saber desempeñarse <strong>en</strong> el<br />
trabajo, son elem<strong>en</strong>tos que les dan seguridad, así como la facilidad de la obt<strong>en</strong>ción del<br />
empleo. Se <strong>en</strong>ganchan fácilm<strong>en</strong>te porque la demanda es constante, y por la experi<strong>en</strong>cia<br />
de las otras sab<strong>en</strong> que estando <strong>en</strong> la ciudad pued<strong>en</strong> moverse con cierta facilidad a otro<br />
empleo similar si les va mal. Aunque no son sus casas, las casas de los empleadores<br />
simulan hogares donde pued<strong>en</strong> refugiarse del mundo mi<strong>en</strong>tras terminan de crecer, <strong>en</strong><br />
una condición humana devaluada que, <strong>en</strong> muchos aspectos, no difiere de la que la<br />
mayoría de ellas t<strong>en</strong>ían <strong>en</strong> sus propios hogares.