El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003

ciudades, muchas veces sólo alcanza para contribuir en la manutención de los hijos que
ellas mismas han dejado al cuidado de sus familias de origen.
Muchas de las personas consultadas durante el estudio, consideran que para eliminar
el trabajo infantil doméstico hay que crear oportunidades de estudio y de capacitación
para las niñas en sus lugares de origen, apoyar a las familias para que se hagan cargo
de ellas y las protejan dentro del ámbito familiar, y que la sociedad les ofrezca más
oportunidades y opciones de estudio y de empleos de calidad.
Con respecto a las alternativas frente al trabajo infantil doméstico se hicieron diferentes
señalamientos: “Sus familias deberían darles entretenimiento y oportunidades; que se
crearan instituciones para que lo apoyaran a uno a salir adelante”
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“Es difícil decir qué cosas se pueden hacer para que las niñas menores no tengan que
trabajar como empleadas domésticas porque en los pueblos a veces no hay ni agua ni
luz y las escuelas quedan lejos, talvez las autoridades se deberían preocupar por poner
fuentes de trabajo o talleres para que puedan aprender oficios.”
5.3 Las empleadoras
TRABAJO INFANTIL DOMÉSTICO EN HONDURAS
A través de 22 entrevistas estructuradas se indagó sobre quiénes son las personas que
emplean a niñas y adolescentes para que se hagan cargo del trabajo doméstico en sus
hogares, y del cuidado de sus hijos e hijas menores; cuáles son sus motivaciones para
emplear a esta población de trabajadoras menores de edad, cómo las percibe, qué
representaciones tienen sobre las niñas, cuáles son las condiciones de trabajo que les
ofrecen y las formas como se relacionan con ellas. La información obtenida revela un
mundo de relaciones complejas, donde el límite entre lo laboral y lo personal aparece
desdibujado, y las dinámicas de interrelación no son solamente económicas.
Quienes emplean a las TID, al igual que ellas, no tienen visibilidad social en el contexto del
mercado laboral del país. No son parte de los grupos empresariales ante quienes se pueden
establecer demandas y protestas públicas. Las relaciones laborales en este caso muestran
un carácter privado y transcurren en el ámbito de lo doméstico. Las trabajadoras
domésticas infantiles trabajan en casas de familias de todos los sectores sociales, que
conforman un conjunto disperso y muy extendido de situaciones diversas. Al referirse a
quienes las emplean suelen hablar de “los patrones”, para connotar al jefe del hogar y al
ama de casa; pero en la dinámica cotidiana esa figura tiene rostro de mujer. Es la jefa de
hogar o la cónyuge del jefe, o la mujer principal de la casa, la que establece la relación
laboral con la TID; es quien la contacta y quien la contrata, la orienta en el trabajo, la
supervisa, la manda. Es con ella que se entiende de los oficios domésticos, le dice si lo que
ha hecho está bien o mal, la deja salir o no, le permite o le impide ir a estudiar, la regaña o
trata bien, le paga o no le paga, y en caso extremo, la despide. Por lo general es la madre
de los niños que ella cuida, la dueña del hogar. Del total de personas entrevistadas en San
Pedro Sula (6) y en Tegucigalpa (16), 17 son mujeres y el 5 son hombres.