22.01.2015 Views

El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003

El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003

El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

terceros, es una limitación seria para que se tom<strong>en</strong> decisiones políticas, se apliqu<strong>en</strong> las<br />

leyes, y se le dé relevancia y at<strong>en</strong>ción al problema <strong>en</strong> el conjunto social.<br />

En la sociedad hondureña esta forma de explotación del trabajo infantil no se considera<br />

trabajo. Con el argum<strong>en</strong>to de que las niñas “ayudan” <strong>en</strong> los hogares, se ti<strong>en</strong>de a<br />

subertimar la carga de tareas que hac<strong>en</strong> y se oculta el trato explotador que recib<strong>en</strong>. Por<br />

considerarse una “ayuda” y no una ocupación, qui<strong>en</strong>es las emplean justifican que<br />

empiec<strong>en</strong> a trabajar antes de la edad mínima permitida legalm<strong>en</strong>te y que no se les pague<br />

o que reciban salarios deprimidos. En la negación del carácter de trabajo que ti<strong>en</strong>e esta<br />

actividad, se afianza la costumbre de incorporar a la población infantil como mano de<br />

obra barata.<br />

G<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se justifica el empleo de las trabajadoras infantiles domésticas (TID), con<br />

el argum<strong>en</strong>to de que se las contrata para que cuid<strong>en</strong> niños, bajo el supuesto de que a<br />

ellas les gusta hacerlo porque “se diviert<strong>en</strong>” o que “para ellas es un juego”.<br />

<strong>El</strong> trabajo infantil doméstico de las niñas está muy g<strong>en</strong>eralizado <strong>en</strong> el país y casi nadie<br />

hace cuestionami<strong>en</strong>tos éticos ignorando el marco jurídico al respecto. Como prevalece<br />

la modalidad de que las niñas convivan <strong>en</strong> la casa donde trabajan, por lo g<strong>en</strong>eral están<br />

<strong>en</strong> un gran aislami<strong>en</strong>to que favorece el sil<strong>en</strong>ciami<strong>en</strong>to social sobre su condición. A<br />

difer<strong>en</strong>cia de otros sectores de trabajadoras, por ejemplo, las obreras de las maquilas<br />

cuya pres<strong>en</strong>cia pública es notoria, las TID pasan desapercibidas sin captar la at<strong>en</strong>ción<br />

de los sectores sociales, políticos, económicos y gubernam<strong>en</strong>tales del país. <strong>El</strong> aporte<br />

económico del trabajo doméstico no <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> las cu<strong>en</strong>tas nacionales, no produce valor,<br />

los empleadores no son empresarios organizados y las trabajadoras domésticas no están<br />

agremiadas ni recib<strong>en</strong> respaldo del movimi<strong>en</strong>to sindical.<br />

En el contexto cultural patriarcal dominante <strong>en</strong> <strong>Honduras</strong>, donde a las niñas se las<br />

educa para servir a los demás como construcción de id<strong>en</strong>tidad de género, el trabajo<br />

doméstico <strong>en</strong> hogares de terceros aparece repres<strong>en</strong>tado como una ext<strong>en</strong>sión de las<br />

responsabilidades que ellas asum<strong>en</strong> <strong>en</strong> sus propias casas. En el ámbito hondureño no<br />

se percibe a las TID <strong>en</strong> la dim<strong>en</strong>sión de la explotación del trabajo infantil ni <strong>en</strong> la<br />

perspectiva de que se están violando sus derechos. Este es uno de los principales<br />

problemas que involucra no sólo a las TID sino a toda la población infantil trabajadora,<br />

la car<strong>en</strong>cia de una cultura de respeto a sus derechos humanos; ignorar que ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

derechos está d<strong>en</strong>tro del ámbito de la normalidad.<br />

En la práctica cotidiana de la población adulta se expresa la consideración de que los<br />

niños y niñas son sujetos de dominio, bajo el control de los o alguno de sus prog<strong>en</strong>itores<br />

o familiares a cargo, donde sus derechos se limitan, <strong>en</strong> el mejor de los casos, a que sus<br />

necesidades básicas de alim<strong>en</strong>tación, educación y abrigo, estén cubiertas. Bajo esas<br />

condiciones, se les ve como personas incompletas, con derechos restringidos, lo común<br />

es que muchas de las negociaciones pertin<strong>en</strong>tes a las TID se hagan <strong>en</strong>tre adultos, sin<br />

que importe la opinión de las interesadas, lo que si<strong>en</strong>tan o pi<strong>en</strong>s<strong>en</strong>.<br />

La costumbre de “prestar” a las niñas, para que “ayud<strong>en</strong>” <strong>en</strong> las tareas domésticas, a<br />

cambios del sust<strong>en</strong>to y el disciplinami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el trabajo y la obedi<strong>en</strong>cia, sigue estando<br />

75<br />

CAPÍTULO 5 - REPRESENTACIONES SOCIALES

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!