El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003

e) Quien por motivo de trabajos familiares o domésticos infrinja los derechos de los
niños(as) establecidos en el presente Código. (Se aplica en caso de reincidencia).
Los incisos a), b) y e) anteriores corresponden frecuentemente a la condición en que se
realiza el trabajo infantil doméstico, en término de las jornadas extraordinarias, e
incluso nocturnas, el salario inferior al mínimo, y la generalizada violación de los
derechos de las niñas trabajadoras domésticas en hogares de terceros, confinadas en las
casas de los empleadores, privadas del acceso a la educación, entre otras limitaciones a
sus derechos.
El Artículo 135 establece que: “Incitar u obligar a un hijo(a) a la mendicidad o a
realizar actos referidos en los incisos d) y e) anteriores, es causa de emancipación
judicial del padre o de la madre”.
Para el cumplimiento de las sanciones del Código de la Niñez a la explotación económica,
en el mismo instrumento jurídico se establece que las corporaciones municipales y las
organizaciones comunitarias y docentes cooperarán con la Secretaría de Trabajo. A esta
Secretaría le corresponde aplicar las sanciones administrativas a las infracciones
cometidas, además de las responsabilidades civiles y penales que correspondan
(artículos 136 y 137). También es de su competencia brindar la orientación que debe
darse a los niños(as) trabajadores, sus padres, representantes legales y empleadores
sobre sus derechos y deberes, y la forma en que se hará la inspección del trabajo
infantil, y sobre los demás asuntos relacionados con su trabajo. No obstante, en ninguna
de esas instancias, incluyendo a la Secretaría de Trabajo, el trabajo infantil doméstico
ha sido considerado como una forma de explotación económica frecuente que afecta a
las niñas.
El Código de la Niñez y Adolescencia, en las disposiciones generales, artículo 114, señala
que el Estado debe formular políticas y programas para la abolición gradual del trabajo
infantil, y en el artículo 115, indica que la Secretaría de Trabajo evitará la explotación
económica de niñas y niños, previniendo su incorporación a trabajos peligrosos, que
afecten la salud y el desarrollo físico, y vigilando que el trabajo no impida que continúen
con la educación. Asimismo establece que la población infantil trabajadora tendrá
derecho al salario, prestaciones sociales, y los demás beneficios que determine la ley; es
decir, derechos equivalentes a las personas adultas que trabajan, de acuerdo a las
regulaciones de la ley. El Artículo 116 señala: “Las niñas trabajadoras gozarán de
protección especial en caso de gravidez o lactancia materna”.
Para ingresar al trabajo, las niñas y niños tienen que tener la autorización de la
Secretaría de Trabajo, solicitada por sus padres, hermanos mayores o representante
legal, y esta entidad deben realizar estudios socio-económicos y del estado físico y
mental antes de extenderles la autorización (artículo 119).
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CAPÍTULO 3 - CONTEXTO LEGAL Y JURÍDICO