El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003

Pareciera que otros parámetros éticos, al margen de los instrumentos jurídicos rigen las
relaciones entre patronas y trabajadoras infantiles domésticas, cuyos contenidos son,
indudablemente, definidos por las primeras.
- Representaciones de las empleadoras sobre el trabajo infantil doméstico
92
TRABAJO INFANTIL DOMÉSTICO EN HONDURAS
Al preguntarles a las empleadoras si estaban de acuerdo con el trabajo infantil, el 86.4%
dijo que no estaba de acuerdo, y algunas de las causas indicadas fueron: “Es mejor que
estén estudiando”, “las maltratan y se aprovechan de ellas”, “están en la etapa de
formación”, “es una explotación”, “trabajan por necesidad”, “la pobreza les obliga a
trabajar”. Entre los argumentos anteriores, el primero fue el más señalado por el 50%
de las entrevistadas, no obstante las oportunidades reales que les ofrecen a las TID para
que puedan estudiar son mínimas. Sólo el 13.6% de las entrevistadas estaba de acuerdo
con el trabajo infantil, argumentando que “aprenden a trabajar”, “les sirve para
superarse”, y “está bien siempre que sea con personas responsables”.
Como se aprecia a lo largo del texto anterior hay contradicciones evidentes entre las
concepciones y las prácticas; entre los valores que sostienen y los conocimientos que
manejan las empleadoras, con las formas como actúan y se relacionan con las TID.
Entre las condiciones laborales que les ofrecen a las chicas, y sus concepciones
generales sobre el deber ser respecto al trabajo doméstico de las niñas en hogares de
terceros. Todo este pensamiento fragmentado y contradictorio no hace más que reflejar
las representaciones dominantes en la sociedad hondureña sobre el trabajo infantil
doméstico en hogares de terceros, donde el avanzado marco legal, se tropieza con las
prácticas explotadoras y violatorias de los derechos humanos de las TID.