El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003

familia empleadora permite que la chica se quede con su hijo(a), pero sin facilitarle
condiciones para que pueda dedicarle cuidados. Frecuentemente son despedidas
cuando quedan embarazadas.
Las TID se ven restringidas o privadas del derecho al estudio. Muchas tienen que
interrumpir su educación porque no disponen de tiempo o no les permiten concurrir a
los centros de estudio. Las que estudian, enfrentan muchas limitaciones y lo hacen a
costa de grandes sacrificios de tiempo de descanso o recreación, recursos y sobre
esfuerzo físico y mental. Aunque les den permiso para estudiar no es común que las
dejen ir a los centros educativos ni dedicar tiempo para hacer tareas durante el día. Si
estudian, deben hacerlo fuera de las horas de trabajo, en el día libre o en las horas
nocturnas cuando finalizan la jornada de trabajo.
No les permiten salir libremente de la casa donde trabajan, y sus posibilidades de
recreación se encuentran restringidas, incluso tienen limitaciones para escuchar radio
y ver TV. Ellas mismas muchas veces carecen de una percepción clara del derecho a la
recreación, y durante el tiempo que no están trabajando se dedican a estudiar, o van a
ver a sus familias. Las de menor edad, por lo general permanecen con la familia
empleadora, a veces participando en las actividades recreativas, pero siempre
disponibles para asumir el trabajo que las mismas impliquen, como el cuidado de niños
y niñas.
La oferta urbana de facilidades recreativas para estas jóvenes es escasa. Se encuentran
en los parques los domingos en las tardes o van a discotecas, y otras son captadas por
las diferentes agrupaciones religiosas que actualmente prosperan en los barrios, que
pregonan un adoctrinamiento de sumisión y sacrificio para las mujeres.
Están en un gran desamparo legal, con escasos vínculos sociales, se encuentran al
margen de las redes sociales que pueden conectarlas con organizaciones que las apoyen,
como OONGG, sindicatos y gremios, o instituciones gubernamentales.
Entre los diferentes sectores consultados hay consenso en que el trabajo doméstico las
priva del derecho al estudio, a la recreación, a la atención adecuada de la salud,
promueve el ingreso al trabajo antes de la edad mínima, y sus derechos laborales son
permanentemente violentados.
A mismo tiempo, los sectores consultados durante el estudio, expresaron una
percepción pesimista sobre el papel de las entidades gubernamentales y alcaldías
respecto al apoyo que podrían dar para que las TID puedan retirarse del trabajo. Esa
visión se proyecta hacia las OONGG y representa un escollo para generar iniciativas de
cambio. En uno de los talleres de consulta con sectores institucionales, empresa
privada, gremios y sociedad civil, se dio la siguiente opinión: “Hay que tener cuidado
frente a las posiciones radicales que pretenden erradicar el trabajo infantil doméstico
porque sería regresar a las niñas a medios mucho más precarios en condiciones muy
difíciles. Debido a los altos niveles de pobreza es difícil hablar de erradicación, hay casos
en que las familias tienen que decidir que uno de los hijos vaya a la escuela, y otros a
trabajar”. Una buena parte de los retos pendientes es deconstruir este tipo de
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CAPÍTULO 5 - REPRESENTACIONES SOCIALES