El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003

urbana que afecta a la gran mayoría de la población, la migración mayoritariamente
femenina hacia las ciudades, el incremento de la participación de las mujeres en la PEA
en la última década y del trabajo infantil, y una estructura de distribución del ingreso
fuertemente concentradora que divide de forma tajante a la sociedad hondureña en
pobres y ricos.
• Prevalecen desigualdades de género y generacionales, que se expresan en la
discriminación política, social y económica de la población femenina e infantil, y se
reproducen a través de la socialización de las niñas y niños en contextos familiares
caracterizados por relaciones jerárquicas, patriarcales y frecuentemente violentas.
• El trabajo infantil en la cultura hondureña tradicionalmente ha sido aceptado y
fomentado, en un contexto estructural de pobreza, donde las niñas y niños son
impulsados a incorporarse a trabajos remunerados antes de los catorce años, para
ayudar al sostenimiento de sus familias.
• Las TID provienen mayoritariamente de familias rurales o de áreas urbanas menores,
de escasos ingresos, amparadas en valores y prácticas tradicionales que subordinan a
las mujeres al ámbito doméstico bajo el control masculino. El castigo físico y la violencia
verbal son frecuentes en las relaciones cotidianas como mecanismos de socialización. La
descalificación, la humillación, y la violencia física como método de crianza se reproduce
a menudo, con respuestas de docilidad, obediencia y miedo en otros escenarios de
opresión, como es el ámbito del trabajo doméstico en hogares de terceros.
• En estos contextos las niñas son integradas al trabajo en el hogar antes de alcanzar la
edad para ir a la escuela. Cuando llegan a la pubertad, impulsadas a buscar trabajo, se
orientan por su experiencia a ubicarse en hogares de terceros para realizar oficios
domésticos, al inicio en sus propias comunidades y luego en las grandes ciudades.
• La falta de una oferta educativa accesible, los problemas de sostenibilidad de las
familias para brindarles a las niñas y niños oportunidades de estudio y desarrollo
personal hasta la mayoría de edad, así como la prevalencia de valores y costumbres que
promueven el trabajo infantil, influyen en la ruta crítica de las niñas hacia el trabajo
doméstico en hogares de terceros.
• El trabajo doméstico en hogares ajenos suele ser el enganche de las niñas para emigrar
a las ciudades, donde son atraídas por la demanda constante y la posibilidad de
colocarse en un empleo urbano que les provee de alojamiento y alimentación, para
realizar un tipo de trabajo que ha venido desempeñando en sus propios hogares desde
edades muy tempranas, con la esperanza de acceder a mejores oportunidades de trabajo
y educación en las ciudades.
133
CAPÍTULO 8 - CONCLUSIONES
• Las TID son incorporadas en hogares de sectores medios y altos, principalmente, para
hacer el oficio de la casa y cuidar niños y niñas, bajo condiciones de empleo informal,
escasamente remunerado y al margen de las regulaciones legales. La disponibilidad de
esta mano de obra barata y abundante sostiene este mercado informal de trabajo
infantil.