El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003
El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003
El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras. A Puerta Cerrada..., 2003
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Considerando los casos <strong>en</strong>trevistados, las niñas y los niños trabajadores domésticos<br />
están empleados <strong>en</strong> hogares de estratos medios y altos, mayoritariam<strong>en</strong>te. Entre las<br />
TID, una de cada cinco estaba empleada <strong>en</strong> un hogar de bajos ingresos. Según la<br />
información de las <strong>en</strong>trevistas realizadas a las TID, el perfil de las familias empleadoras<br />
corresponde a grupos <strong>en</strong> crecimi<strong>en</strong>to que integran personas adultas, y m<strong>en</strong>ores, con<br />
más de cuatro miembros; el 78.6% ti<strong>en</strong>e hijas e hijos <strong>en</strong> edades inferiores a doce años.<br />
<strong>El</strong> 67.8% de las chicas hacía m<strong>en</strong>os de un año que trabajaban <strong>en</strong> la misma casa, y <strong>en</strong><br />
esa situación se <strong>en</strong>contraban el 66.6% de los chicos <strong>en</strong>trevistados. Estos datos indican<br />
la inestabilidad del empleo, situación que también fue señalada <strong>en</strong> las <strong>en</strong>trevistas a<br />
empleadoras 53 , y que se relaciona, como se verá a continuación, con las condiciones del<br />
trabajo.<br />
108<br />
TRABAJO INFANTIL DOMÉSTICO EN HONDURAS<br />
7.2 Condiciones de trabajo<br />
Las niñas y niños trabajadores domésticos, son incorporados a la actividad laboral <strong>en</strong><br />
condiciones irregulares, incluso antes de la edad legal para trabajar. Las relaciones<br />
laborales que los patronos establec<strong>en</strong> se caracterizan por la informalidad, la explotación<br />
y la violación sistemática de sus derechos. Los contratos de trabajo se hac<strong>en</strong> de forma<br />
verbal e imprecisa y muchas veces los empleadores modifican a voluntad los términos<br />
relativos a las tareas que las TID deb<strong>en</strong> realizar. Tampoco hay un concepto claro acerca<br />
de lo que se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de por oficios domésticos, y a la hora de exigirles, les solicitan todo<br />
tipo de trabajos, incluso ayudar <strong>en</strong> actividades productivas, o hacer trabajos<br />
especializados como cuidar personas <strong>en</strong>fermas, o asumir el cuidado y la at<strong>en</strong>ción de<br />
niñas y niños pequeños, por el mismo salario ofrecido para hacer los oficios del hogar.<br />
<strong>El</strong> marco legal tampoco es adecuado ni claro respecto a la categorización del trabajo<br />
doméstico.<br />
Las <strong>en</strong>trevistas realizadas a niños y niñas trabajadoras domésticas, revelan que las<br />
niñas están <strong>en</strong> la peor situación <strong>en</strong> todos los aspectos. Trabajan más horas, ganan<br />
m<strong>en</strong>os salario, la mayoría reside <strong>en</strong> la casa de los patronos, y están inmersas <strong>en</strong><br />
relaciones de trabajo más opresivas. Una situación g<strong>en</strong>eralizada <strong>en</strong>tre las TID<br />
<strong>en</strong>trevistadas, es que trabajan horarios muy ext<strong>en</strong>didos, más allá de la jornada laboral<br />
establecida legalm<strong>en</strong>te para trabajadores adultos. En promedio ellas cumpl<strong>en</strong> jornadas<br />
de diez horas, y un tercio trabaja más de doce horas al día. En el caso de los chicos,<br />
trabajan <strong>en</strong> promedio 8 horas al día.<br />
Al comparar la duración de la jornada laboral, según la edad de la TID, se <strong>en</strong>contró que<br />
a mayor edad, más horas trabajan por día, como puede verse <strong>en</strong> el cuadro que sigue, y<br />
<strong>en</strong> todos los casos, la jornada que hac<strong>en</strong> es violatoria de sus derechos.<br />
53 Ver capítulo 5.