YOUKALI, 5 página 112 Elementos de producción críticaEn este marco, no pretendo reconstruir de forma exhaustiva la estética negativa de Adorno 10 , sino tomarlacomo un caso específico que permite cuestionar la expansión d<strong>el</strong> realismo estético –dentro d<strong>el</strong> campo literarioespañol–, como única alternativa poética legítima frente al formalismo extendido dentro de círculos oficiales.Ambas estéticas caen en <strong>el</strong> error de reducir los tropos y figuras retóricas a una mera función ornamental,desconociendo su productividad semántica. Si <strong>el</strong> formalismo reduce lo metafórico a un recurso de emb<strong>el</strong>lecimientod<strong>el</strong> discurso poético, <strong>el</strong> realismo lo reduce a una forma de ocultación de una literalidad primigenia.En ambos casos, se desconoce <strong>el</strong> valor de lo metafórico como productor de nuevas significaciones y conocimientos,inaccesibles por otra vía 11 . No es preciso desertizar los jardines para producir una poética valiosa;siempre podemos desbrozar aqu<strong>el</strong>las regiones muertas d<strong>el</strong> lenguaje.Si una estética formalista se desentiende d<strong>el</strong> sentido de los juegos poéticos –incurriendo habitualmente enconstrucciones retóricas vacías y en la variación ad infinitum de algunas fórmulas tópicas desgastadas–, <strong>el</strong>riesgo in<strong>ver</strong>so de una estética realista es desatender <strong>el</strong> registro poético, reclamando un (imposible) lenguajetransparente que no es sino naturalización de un uni<strong>ver</strong>so ideológico específico 12 . Sin desconocer la «multiacentualidadd<strong>el</strong> signo» (Voloshinov) –que permite hacer una reapropiación d<strong>el</strong> lenguaje coloquial pararesemantizarlo de forma radical–, apenas si es precisoremitirse a la semiótica o al análisis d<strong>el</strong> discursopara sostener que la «claridad» no es tanto una propiedadtextual como una r<strong>el</strong>ación de int<strong>el</strong>igibilidadque se construye entre enunciador y destinatario.Cuando más próximos son los uni<strong>ver</strong>sos discursivosde los interlocutores más claridad adquirirá la comunicación(literaria o no). Dicho en otros términos,cuanto más distancia exista entre una poética (o unaestética) y los discursos hegemónicos 13 , mayor serála opacidad resultante. No hay discurso (poético)transparente; la presunta claridad d<strong>el</strong> realismo esproducto de su afinidad lexical con los discursossocialmente sedimentados –aunque esa afinidadpuede ser irónica–.ISSN: 1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.netLa incongruencia entre horizontes de interpretación,en todo caso, marca una distancia (aunque no siempresuficientemente crítica) con respecto a lo coti-10.- Tomar esta estética como objeto de comentario no me compromete con todas sus premisas teóricas, entre las que no cabeexcluir de antemano algunas posibles implicaciones aristocratizantes, aunque en gran medida tales implicaciones son erróneamenteatribuidas a la posición de Adorno. En este respecto, Adorno no carece de ambigüedades sobre las que cabría detenerse,pero de ninguna manera pueden presuponerse de forma válida. Para una crítica a la “estética pura”, cf., Bourdieu, P., La distinción,Taurus, 1988, Madrid. Por lo demás, la estética adorniana no está exenta de algunos problemas teóricos quizás insolublesdentro de su propio tejido. La corriente que se dio en llamar “estética de la recepción”, por ejemplo, ha cuestionado la faltade consideración de esta teoría estética con respecto al lugar activo d<strong>el</strong> lector. Lo dicho, sin embargo, no invalida la recuperacións<strong>el</strong>ectiva de algunas de sus reflexiones más punzantes, que no sólo mantienen actualidad, sino que además, ponen en cuestióncierto lirismo banal caracterizado por su amnesia con respecto al sufrimiento humano y a su r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> orden socialexistente.11.- Me remito aquí al excepcional libro de Paul Ricoeur: La metáfora viva, Trotta, Madrid, 2001.12.- Tomo <strong>el</strong> concepto de «ideología» no como «falsa conciencia» sino como «proceso de producción de ideas y significados». Engeneral, existe dentro de la tradición marxista una tendencia a limitar <strong>el</strong> concepto de ideología a un proceso distorsionante, presentandodificultades para comprender <strong>el</strong> proceso fundamental que es la formación de una conciencia práctica, inescindible alproceso social material. Pensarlos de forma separada conlleva la consideración de lo ideológico como instancia segunda, lo cuales erróneo ya que “(...) los vínculos prácticos que existen entre las «ideas» y las «teorías» y la «producción de la vida real» seencuentran todos dentro de este proceso de significación social y material” (Williams, R., Marxismo y literatura, Península,Barc<strong>el</strong>ona, 1980, p. 89).13.- Para una teoría de la hegemonía, cf. Williams, R., Marxismo y literatura, Península, Barc<strong>el</strong>ona, 1980; y Laclau, E. y Mouffe,Ch., Hegemonía y estrategia socialista, S. XXI, Madrid, 1997.
diano. De ahí también <strong>el</strong> derrumbe de una estética de la simplicidad como imperativo crítico. Si bien las consecuenciasestilístico–semánticas de estas afirmaciones son múltiples, me conformaré con señalar que,desde una perspectiva crítica, <strong>el</strong> realismo estético (como réplica estratégica al formalismo más o menos oficial)ha perdido toda obligatoriedad e incluso muestra límites evidentes al momento de imaginar otras comunidadesdeseables.IILa crítica frankfurtiana a la conciencia reificada señala la existencia de formas de conciencia asimiladas alpresente orden social: la conciencia constituye a la vez tanto una superficie de reconocimiento como de desconocimiento.De ahí que más que promo<strong>ver</strong> una genérica “toma de conciencia”, se trata de cambiar las formasactuales de conciencia. En segundo lugar, iluminar la experiencia desde una conciencia crítica, aunquepuede ser esclarecedor, no conduce necesariamente a generar efectos políticos transformadores. A la preguntaadorniana con respecto a si se puede seguir viviendo después de Auschwitz, habría que responder enun doble niv<strong>el</strong>: la primera respuesta es que, efectivamente,tras esa experiencia, la humanidad ha experimentadoun nuevo estado de regresión histórica. Noresulta válido ejercer un abstracto humanismo en <strong>el</strong>cual la dignidad e igualdad humanas se dan comohechos uni<strong>ver</strong>sales realizados 14 , cuando más bien taldignidad e igualdad aparecen como resultados deuna conquista social y política concreta. Puede ciertamenteincluirse la práctica de una escritura literariacrítica como parte de estas intervenciones emancipatorias.Pero hay que señalar al mismo tiempo suinsuficiencia radical como instrumento de cambio, loque invita a articular esta intervención discursivacon otras intervenciones (literarias y extraliterarias)de dirección análoga.La segunda respuesta es más drástica: efectivamente,no sólo se puede seguir viviendo después de Auschwitz, sino que además, de hecho, se vive sin remordimientos,esto es, sin conciencia desdichada. Aquí no se trata de ap<strong>el</strong>ar a una supuesta “inconsciencia” conrespecto a los males impartidos. Es la extensión de una conciencia cínica, que sabe <strong>el</strong> mal que imparte y, sinembargo, no se priva de seguir impartiéndolo. En <strong>el</strong> campo estético, esto significa que la concienciación comoprocedimiento poético sólo es políticamente eficaz en un mundo social donde <strong>el</strong> saber (de la injusticia) comprometea la acción (transformadora). En nuestra cultura contemporánea, sin embargo, no ocurre nadasemejante. El cinismo, más o menos difuso, hegemoniza nuestras sociedades.“El sujeto cínico está al tanto de la distancia entre la máscara ideológica y la realidad social, pero pesea <strong>el</strong>lo insiste en la máscara. La fórmula, como la propone Sloterdijk, sería entonces: «<strong>el</strong>los saben muybien lo que hacen, pero aun así, lo hacen». La razón cínica ya no es ingenua, sino que es una paradojade una falsa conciencia ilustrada: uno sabe de sobra la falsedad, está muy al tanto de que hayun interés particular oculto tras una uni<strong>ver</strong>salidad ideológica, pero aun así, no renuncia a <strong>el</strong>la” 15 .14.- En Dialéctica d<strong>el</strong> Iluminismo, Adorno y Horkheimer señalan <strong>el</strong> estado de regresión que sufrió la humanidad con la institucionalizaciónde la Ilustración, que prometía la liberación de los humanos. Se trata de una autodestrucción d<strong>el</strong> iluminismo queen vez de haber dado lugar a una fase histórica más humanizada, ha dado lugar a un “nuevo género de barbarie” (sic), d<strong>el</strong> cual<strong>el</strong> nazismo y <strong>el</strong> fascismo son sus puntos cúlmines y no su negación.15.- Zizek, S., El objeto sublime de la ideología, Siglo XXI, México, 1992, pp. 56–7. Cf. también Sloterdijk, Peter, Crítica de larazón cínica, Siru<strong>el</strong>a, España, 2003.ISSN: 1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.netYOUKALI, 5 página 113 Elementos de producción crítica
- Page 4 and 5:
BREVE EDITORIALEsta vez, a punto, a
- Page 10 and 11:
YOUKALI, 5 página 10 Trabajo y val
- Page 12 and 13:
YOUKALI, 5 página 12 Trabajo y val
- Page 14 and 15:
YOUKALI, 5 página 14 Trabajo y val
- Page 16 and 17:
YOUKALI, 5 página 16 Trabajo y val
- Page 18 and 19:
YOUKALI, 5 página 18 Trabajo y val
- Page 20 and 21:
YOUKALI, 5 página 20 Trabajo y val
- Page 22 and 23:
YOUKALI, 5 página 22 Trabajo y val
- Page 24 and 25:
YOUKALI, 5 página 24 Trabajo y val
- Page 26 and 27:
YOUKALI, 5 página 26 Trabajo y val
- Page 28 and 29:
YOUKALI, 5 página 28 Trabajo y val
- Page 30 and 31:
YOUKALI, 5 página 30 Trabajo y val
- Page 32 and 33:
YOUKALI, 5 página 32 Trabajo y val
- Page 34 and 35:
YOUKALI, 5 página 34 Trabajo y val
- Page 36 and 37:
YOUKALI, 5 página 36 Trabajo y val
- Page 38 and 39:
YOUKALI, 5 página 38 Trabajo y val
- Page 40 and 41:
YOUKALI, 5 página 40 Trabajo y val
- Page 42 and 43:
YOUKALI, 5 página 42 Trabajo y val
- Page 44 and 45:
YOUKALI, 5 página 44 Trabajo y val
- Page 47 and 48:
Lo que me parece más interesante d
- Page 49 and 50:
norma identitaria y su subversión
- Page 51 and 52:
poder es de lo que hace ostentació
- Page 53 and 54:
AUTONOMÍA Y SUBJETIVIDAD.Por una l
- Page 55 and 56:
dole la vuelta a los conceptos, mie
- Page 57 and 58:
A su vez esta lucha no tiene por qu
- Page 59 and 60:
define como “gasto de fuerza de t
- Page 61 and 62: ajador: sus gustos, relaciones, inf
- Page 63 and 64: zación los lugares donde se realiz
- Page 65 and 66: obrero decimonónico, aunque amara
- Page 67 and 68: tuales para un trabajo “inmateria
- Page 69 and 70: CRONOFILIA & CRONOFOBIA “EN TIEMP
- Page 71 and 72: ien me va? ¿Puedo decir que bien?
- Page 73 and 74: se dirige obviamente a implementar
- Page 75 and 76: unidad de cuerpo) ¿Qué elementos
- Page 77 and 78: EL ESPÍRITU DEL CAPITALISMOY EL FA
- Page 79 and 80: Weber apoya explícitamente estas t
- Page 81 and 82: ma, formulada en la famosa Vorbemer
- Page 83 and 84: Siguiendo la génesis histórica de
- Page 85 and 86: ta y el ámbito de los consilia eva
- Page 87 and 88: acionalización que no es ni de est
- Page 89 and 90: “Cualquier conocimiento conceptua
- Page 91 and 92: económica) con el concepto de inte
- Page 93 and 94: de creer que toda la Historia es la
- Page 95 and 96: mentos cada uno de los cuales con s
- Page 97 and 98: una “perspectiva de valor” que
- Page 99 and 100: Unwin. Londres, 1984.Campbell Tom:
- Page 101 and 102: SIETE INTER (W) EXPRESSS...[siete (
- Page 103 and 104: elementos de producción críticaRE
- Page 105 and 106: SomosComo las nueces del ruido.Poco
- Page 107 and 108: elementos de producción críticana
- Page 109 and 110: Al principio -llevaba varios meses
- Page 111: La «estética de la conmoción»,
- Page 115 and 116: No obstante, no es el campo de los
- Page 117 and 118: La crítica legítima de ciertos ju
- Page 119 and 120: poesía leída [por poetas]Grito y
- Page 121 and 122: …Derrotas intransferiblescomo hue
- Page 123 and 124: ECOS DE UN LIBRO COLECTIVO:La (re)c
- Page 125 and 126: teoría marxista, queda superado aq
- Page 127 and 128: [Y]“La escritura no puede encerra
- Page 129 and 130: Sin embargo -y nos lo recuerda Jorg
- Page 131 and 132: C) Y UN INÉDITOLa fuerza de lo pos
- Page 133 and 134: eseñaLas transformaciones históri
- Page 135 and 136: una ética general del no egoísmo.
- Page 137 and 138: la vida. Se hace así una asimilaci
- Page 139 and 140: La inquietud de sí que en Platón
- Page 141 and 142: sometimiento a la ley, sino que per
- Page 143 and 144: eseñaEL SEXO DE LOS ÁNGELES Y EL
- Page 145 and 146: El resultado es una especie de radi
- Page 147 and 148: Estas observaciones no obstan para
- Page 149 and 150: Dado este proceder teórico, cabe d
- Page 151 and 152: Breves apuntes sobre la exposición
- Page 153 and 154: ENTREVISTA A MAITE ALDAZ¿Por qué
- Page 155 and 156: El empoderamiento es una estrategia
- Page 157 and 158: impresora muy sencilla y una cámar
- Page 159 and 160: eseñaMolinos satánicos; sobreLa g
- Page 161 and 162: De este modo, es exclusivamente en
- Page 163 and 164:
eseñaHistoriografía y trabajo en
- Page 165 and 166:
Sin duda, es éste un campo propens
- Page 167 and 168:
(la sociedad) 12 . Entre ambas opci
- Page 169 and 170:
Naturalmente tales aclaraciones res
- Page 171 and 172:
importantes claves para replantear
- Page 173 and 174:
eseñaLa filosofía como producció
- Page 175 and 176:
mismo. Ni será la historia de los
- Page 177 and 178:
Nos situamos así de lleno en la in
- Page 179 and 180:
noticia...DelEste, una colección d
- Page 181 and 182:
POR UNA SOCIOLOGÍA DEL CAPITALJean
- Page 183 and 184:
la lógica se haya cumplido… y la
- Page 185 and 186:
La oposición de ambas lógicas (l
- Page 187 and 188:
ajo ciertos límites obedeciendo a
- Page 189 and 190:
¿Pierde por tanto la sociología s
- Page 191 and 192:
La formación de coaliciones transv
- Page 193 and 194:
Se indicarán aquí tan sólo tres
- Page 195 and 196:
clave, no podría darse el paso, ni
- Page 197 and 198:
Pero puede tratarse igualmente, en