YOUKALI, 5 página 182 Un clásico, un regaloLa sociología ha tenido siempre un estatuto extremadamente marginal en <strong>el</strong> pensamiento marxista. La razón de<strong>el</strong>lo es que contiene a la vez las divisiones disciplinarias que quieren aislar a la economía (dominada por la corrienteneoclásica) de las ciencias sociohistóricas (la escu<strong>el</strong>a weberiana constituye a este respecto una excepción), a laevolución propia d<strong>el</strong> marxismo, pero también y tal vez en primer lugar a un ataque a la obra misma de Marx. Paraaprehender <strong>el</strong> sistema capitalista en su globalidad, ni Marx ni sus herederos han renunciado a realizar simultáneamente<strong>el</strong> análisis d<strong>el</strong> movimiento de reproducción d<strong>el</strong> capital y <strong>el</strong> análisis de las r<strong>el</strong>aciones de dominación en laorganización de la sociedad capitalista (empresas, Estado y sociedad civil) 1 . La unilateralidad d<strong>el</strong> análisis marxianod<strong>el</strong> capital ha contribuido de este modo a alimentar la unilateralidad de los análisis sociológicos de las condicionesy de la organización d<strong>el</strong> trabajo.En <strong>el</strong> contexto francés de los años 1930-50, la fuerte influencia d<strong>el</strong> marxismo sobre los int<strong>el</strong>ectuales que habíanfundado la sociología francesa d<strong>el</strong> trabajo (Friedmann, Naville, Touraine) no debe ocultar <strong>el</strong> estatuto extremadamentemarginal de la sociología respecto a un marxismo dominado por <strong>el</strong> economicismo y <strong>el</strong> pensamiento especulativo,poco preocupado en analizar las r<strong>el</strong>aciones entre las grandes tendencias macro-económicas y las r<strong>el</strong>acionessociales concretas, <strong>el</strong> punto de vista de los agentes y de los actores sociales 2 .Esta marginalización de la sociología llamada «empírica»(sospechosa de ser un subproducto de la ideologíaliberal americana, a través de las encuestas de opinión)3 , de lo cual se ha aprovechado un marxismoespeculativo, va a impedir un encuentro productivo entreeconomistas y sociólogos marxistas. Nacida de la escisiónentre <strong>el</strong> análisis económico d<strong>el</strong> capital y <strong>el</strong> análisissociológico de las r<strong>el</strong>aciones de trabajo, la sociología(francesa) d<strong>el</strong> trabajo se <strong>ver</strong>á finalmente confinada a unestudio de procesos de división d<strong>el</strong> trabajo completamentedesconectado d<strong>el</strong> análisis de la lógica d<strong>el</strong> capital.Los famosos capítulos XIV y XV de El Capital de Marx(«La división d<strong>el</strong> trabajo y la manufactura»; «El maquinismoy la gran industria») citados a menudo en la literaturasociológica de los años 1950-60, estarán completamentedesconectados d<strong>el</strong> análisis d<strong>el</strong> desarrollo de laproducción capitalista y de la producción de la plusvalíar<strong>el</strong>ativa.Así pues, como apunta Bernard Mottez 4 , «estas páginas de El Capital constituyen <strong>el</strong> origen de todos los análisisposteriores de la evolución d<strong>el</strong> trabajo. Estos últimos, que en general dejan de lado <strong>el</strong> estudio d<strong>el</strong> sistema económicoen cuyo marco se inscribe <strong>el</strong> análisis de Marx (sic), se han interrogado hasta <strong>el</strong> punto en que se <strong>ver</strong>ifica que1.- Compartimos aquí <strong>el</strong> punto de vista desarrollado por J. Bidet en Théorie génerale (PUF, 1999) sobre la insuficiencia d<strong>el</strong> análisis de Marx.Sin embargo, no pensamos que se pueda introducir <strong>el</strong> mercado sobre <strong>el</strong> mismo plano (<strong>el</strong> cual por otro lado no es en modo alguno unaespecificidad d<strong>el</strong> capitalismo) y la organización como principios fundadores d<strong>el</strong> capitalismo; la organización es completamente distinta de«la economía de mercado». No obstante, la asignación capitalista en medios de producción no puede situarse en <strong>el</strong> mismo plano que ladotación escolar, cultural, que la «aptitud» de los gestores capitalistas, sin hablar de los «ejecutivos» sobre los que importa jerarquizar <strong>el</strong>poder real; la organización se subordina al poder de los propietarios d<strong>el</strong> capital, como se puede hoy apreciar con la «gobernación corporativa».Como bien lo entendió Max Weber «la organización racional capitalista d<strong>el</strong> trabajo (formalmente) libre», la invención d<strong>el</strong> cálculode capital, la separación legal de la propiedad de las empresas y de la apropiación personal (esa «socialización» d<strong>el</strong> capital en <strong>el</strong> seno d<strong>el</strong>capitalismo que conducirá al desarrollo de la gestión organizativa de las empresas), como la separación d<strong>el</strong> gobierno doméstico y de laempresa definen <strong>el</strong> «capitalismo de empresa burguesa» y le distinguen en lo esencial de di<strong>ver</strong>sos tipos de economías comunistas y socialistas,como las formas d<strong>el</strong> capitalismo desarrolladas en la Antigüedad o en la Edad Media (Lojkine, 1988).2.- En <strong>el</strong> contexto francés de los años sesenta, <strong>el</strong> «antihumanismo» de los althusserianos no hará sino reforzar esta tendencia. A este respecto,las obras de los sociólogos marxistas, P. Naville y H. Lefebvre, constituyen una excepción que confirma la regla.3.- Cf. J.M. Chapoulie, «La seconde fondation de la sociologie française, les Etats-Unis et la classe ouvrière», Revue française de sociologie,Julliet-septembre, 1991, XXXII-3, pp. 321-364.4.- La sociologie industri<strong>el</strong>le. PUF, Que sais-je?, Paris, 1971.ISSN: 1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.net
la lógica se haya cumplido… y las que fueron las consecuencias de la evolución técnica sobre <strong>el</strong> trabajo obrero».La sociología d<strong>el</strong> «trabajo» se construye pues en <strong>el</strong> re<strong>ver</strong>so, en <strong>el</strong> espacio y <strong>el</strong> lugar de una sociología de la r<strong>el</strong>acióntrabajo/capital que se hubiera articulado sobre todo al niv<strong>el</strong> de la empresa, d<strong>el</strong> análisis macroeconómico de la producciónde valor y d<strong>el</strong> análisis sociológico de las r<strong>el</strong>aciones de cooperación y de dominación 5 .La sociología d<strong>el</strong> trabajo se ha insertado históricamente en este espacio de micro-libertades donde los problemasde organización d<strong>el</strong> trabajo, de productividad, tuvieron mayor importancia que los problemas d<strong>el</strong> desempleo, en<strong>el</strong> marco d<strong>el</strong> New Deal o d<strong>el</strong> crecimiento económico de los treinta «gloriosos». Las direcciones empresarialesesperaron de los sociólogos no una reflexión sobre los criterios de eficacia económica, sino tan sólo diagnósticosprecisos sobre las mejores formas de aumentar la productividad d<strong>el</strong> trabajo (estimulando los salarios), o de facilitarla «adaptación» a las nuevas formas de trabajo.Se trata sin duda de la razón substancial que explica estasegmentación disciplinaria d<strong>el</strong> campo empresarial entre<strong>el</strong> dominio de las condiciones de trabajo atribuido a lasociología (<strong>el</strong> estudio de las r<strong>el</strong>aciones concretas entre <strong>el</strong>trabajador y <strong>el</strong> sistema técnico, las r<strong>el</strong>aciones de poderentre <strong>el</strong> colectivo obrero y la jerarquía social y técnica,etc.) y aqu<strong>el</strong> de los resultados laborales atribuido a la economía(<strong>el</strong> estudio de las r<strong>el</strong>aciones entre objetivos de gestióny de rentabilidad). Fundador de la sociología francesad<strong>el</strong> trabajo, G. Friedmann (a diferencia de P. Navillequien no abandonará jamás su referencia a Marx) va a«naturalizar» de cualquier modo esta división de camposdisciplinarios, olvidando con <strong>el</strong>lo <strong>el</strong> gran descubrimientode Marx: la estrecha r<strong>el</strong>ación que une la valorización d<strong>el</strong>capital y las condiciones de trabajo:«El economista, aunque admita libremente en sus análisis <strong>el</strong> reconocimiento de los hechos sociales, considera altrabajo esencialmente en tanto que producción creadora de valor social y al trabajador como “agente” de esta producción:concibe esencialmente <strong>el</strong> resultado d<strong>el</strong> acto de trabajo y no sus condiciones. Por <strong>el</strong> contrario, éstas interesanante todo al sociólogo en tanto que modalidades de r<strong>el</strong>aciones de producción concretizadas en las colectividadesbien definidas. Bajo <strong>el</strong> término de trabajo, observa un conjunto de actividades inscritas en grupos de di<strong>ver</strong>sotipo, y que siendo multifuncionales, no obstante están lejos de obedecer cada una de <strong>el</strong>las a una imposición oa una finalidad puramente económicas» 6 .Sin embargo, bajo la influencia d<strong>el</strong> marxismo y d<strong>el</strong> movimiento obrero, la sociología francesa d<strong>el</strong> trabajo, al menosentre los años 1940-70 7 , se va a distinguir claramente de la sociología industrial anglosajona, pero sin llegar por<strong>el</strong>lo a dejar de lado esta segmentación original entre lo social y lo económico, entre la crítica sociológica d<strong>el</strong> trabajoy la crítica económica d<strong>el</strong> capital. Esta ambivalencia y esta coyuntura compleja son las que pueden explicar, anuestro entender, las dificultades que encierran las r<strong>el</strong>aciones entre sociólogos marxistas y sociólogos d<strong>el</strong> trabajo.Aportamos aquí dos ejemplos emblemáticos: <strong>el</strong> debate en torno a la investigación de Mayo en la WesternElectric durante los años 1920-30 y <strong>el</strong> alcance «crítico» de la obra d<strong>el</strong> sociólogo americano Micha<strong>el</strong> Burawoy.El estudio de las «colectividades humanas que se constituyen en la coyuntura laboral» 8 define <strong>el</strong> campo de la sociología,según Friedmann; y remite a un hecho fundador: la investigación d<strong>el</strong> equipo de Mayo en torno a la fábri-5.- Esto sirve para Friedmann y Touraine, no para Pierre Naville quien intenta a su manera construir una sociología marxista d<strong>el</strong> capital, perosobreestima las capacidades d<strong>el</strong> capitalismo de absorber las grandes mutaciones tecnológicas de la posguerra y subestima la crisis económicaestructural de los años 1970.6.- G. Friedmann, «Sociologie du travail et sciences sociales», Traité de sociologie du travail. A. Colin, Paris, 1962, vol. 1, pp. 89-90.7.- Como consecuencia, haría falta analizar <strong>el</strong> retorno d<strong>el</strong> péndulo hacia la sociología de Crozier de las organizaciones y <strong>el</strong> fin d<strong>el</strong> sendero críticoque caracteriza <strong>el</strong> origen sobre todo la sociología de Touraine (Lojkine, 2000).8.- G. Friedmann, «L’objet de la sociologie du travail», Traité de sociologie du travail, op.cit., p. 26.ISSN: 1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.netYOUKALI, 5 página 183 Un clásico, un regalo
- Page 4 and 5:
BREVE EDITORIALEsta vez, a punto, a
- Page 10 and 11:
YOUKALI, 5 página 10 Trabajo y val
- Page 12 and 13:
YOUKALI, 5 página 12 Trabajo y val
- Page 14 and 15:
YOUKALI, 5 página 14 Trabajo y val
- Page 16 and 17:
YOUKALI, 5 página 16 Trabajo y val
- Page 18 and 19:
YOUKALI, 5 página 18 Trabajo y val
- Page 20 and 21:
YOUKALI, 5 página 20 Trabajo y val
- Page 22 and 23:
YOUKALI, 5 página 22 Trabajo y val
- Page 24 and 25:
YOUKALI, 5 página 24 Trabajo y val
- Page 26 and 27:
YOUKALI, 5 página 26 Trabajo y val
- Page 28 and 29:
YOUKALI, 5 página 28 Trabajo y val
- Page 30 and 31:
YOUKALI, 5 página 30 Trabajo y val
- Page 32 and 33:
YOUKALI, 5 página 32 Trabajo y val
- Page 34 and 35:
YOUKALI, 5 página 34 Trabajo y val
- Page 36 and 37:
YOUKALI, 5 página 36 Trabajo y val
- Page 38 and 39:
YOUKALI, 5 página 38 Trabajo y val
- Page 40 and 41:
YOUKALI, 5 página 40 Trabajo y val
- Page 42 and 43:
YOUKALI, 5 página 42 Trabajo y val
- Page 44 and 45:
YOUKALI, 5 página 44 Trabajo y val
- Page 47 and 48:
Lo que me parece más interesante d
- Page 49 and 50:
norma identitaria y su subversión
- Page 51 and 52:
poder es de lo que hace ostentació
- Page 53 and 54:
AUTONOMÍA Y SUBJETIVIDAD.Por una l
- Page 55 and 56:
dole la vuelta a los conceptos, mie
- Page 57 and 58:
A su vez esta lucha no tiene por qu
- Page 59 and 60:
define como “gasto de fuerza de t
- Page 61 and 62:
ajador: sus gustos, relaciones, inf
- Page 63 and 64:
zación los lugares donde se realiz
- Page 65 and 66:
obrero decimonónico, aunque amara
- Page 67 and 68:
tuales para un trabajo “inmateria
- Page 69 and 70:
CRONOFILIA & CRONOFOBIA “EN TIEMP
- Page 71 and 72:
ien me va? ¿Puedo decir que bien?
- Page 73 and 74:
se dirige obviamente a implementar
- Page 75 and 76:
unidad de cuerpo) ¿Qué elementos
- Page 77 and 78:
EL ESPÍRITU DEL CAPITALISMOY EL FA
- Page 79 and 80:
Weber apoya explícitamente estas t
- Page 81 and 82:
ma, formulada en la famosa Vorbemer
- Page 83 and 84:
Siguiendo la génesis histórica de
- Page 85 and 86:
ta y el ámbito de los consilia eva
- Page 87 and 88:
acionalización que no es ni de est
- Page 89 and 90:
“Cualquier conocimiento conceptua
- Page 91 and 92:
económica) con el concepto de inte
- Page 93 and 94:
de creer que toda la Historia es la
- Page 95 and 96:
mentos cada uno de los cuales con s
- Page 97 and 98:
una “perspectiva de valor” que
- Page 99 and 100:
Unwin. Londres, 1984.Campbell Tom:
- Page 101 and 102:
SIETE INTER (W) EXPRESSS...[siete (
- Page 103 and 104:
elementos de producción críticaRE
- Page 105 and 106:
SomosComo las nueces del ruido.Poco
- Page 107 and 108:
elementos de producción críticana
- Page 109 and 110:
Al principio -llevaba varios meses
- Page 111 and 112:
La «estética de la conmoción»,
- Page 113 and 114:
diano. De ahí también el derrumbe
- Page 115 and 116:
No obstante, no es el campo de los
- Page 117 and 118:
La crítica legítima de ciertos ju
- Page 119 and 120:
poesía leída [por poetas]Grito y
- Page 121 and 122:
…Derrotas intransferiblescomo hue
- Page 123 and 124:
ECOS DE UN LIBRO COLECTIVO:La (re)c
- Page 125 and 126:
teoría marxista, queda superado aq
- Page 127 and 128:
[Y]“La escritura no puede encerra
- Page 129 and 130:
Sin embargo -y nos lo recuerda Jorg
- Page 131 and 132: C) Y UN INÉDITOLa fuerza de lo pos
- Page 133 and 134: eseñaLas transformaciones históri
- Page 135 and 136: una ética general del no egoísmo.
- Page 137 and 138: la vida. Se hace así una asimilaci
- Page 139 and 140: La inquietud de sí que en Platón
- Page 141 and 142: sometimiento a la ley, sino que per
- Page 143 and 144: eseñaEL SEXO DE LOS ÁNGELES Y EL
- Page 145 and 146: El resultado es una especie de radi
- Page 147 and 148: Estas observaciones no obstan para
- Page 149 and 150: Dado este proceder teórico, cabe d
- Page 151 and 152: Breves apuntes sobre la exposición
- Page 153 and 154: ENTREVISTA A MAITE ALDAZ¿Por qué
- Page 155 and 156: El empoderamiento es una estrategia
- Page 157 and 158: impresora muy sencilla y una cámar
- Page 159 and 160: eseñaMolinos satánicos; sobreLa g
- Page 161 and 162: De este modo, es exclusivamente en
- Page 163 and 164: eseñaHistoriografía y trabajo en
- Page 165 and 166: Sin duda, es éste un campo propens
- Page 167 and 168: (la sociedad) 12 . Entre ambas opci
- Page 169 and 170: Naturalmente tales aclaraciones res
- Page 171 and 172: importantes claves para replantear
- Page 173 and 174: eseñaLa filosofía como producció
- Page 175 and 176: mismo. Ni será la historia de los
- Page 177 and 178: Nos situamos así de lleno en la in
- Page 179 and 180: noticia...DelEste, una colección d
- Page 181: POR UNA SOCIOLOGÍA DEL CAPITALJean
- Page 185 and 186: La oposición de ambas lógicas (l
- Page 187 and 188: ajo ciertos límites obedeciendo a
- Page 189 and 190: ¿Pierde por tanto la sociología s
- Page 191 and 192: La formación de coaliciones transv
- Page 193 and 194: Se indicarán aquí tan sólo tres
- Page 195 and 196: clave, no podría darse el paso, ni
- Page 197 and 198: Pero puede tratarse igualmente, en