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Giulietta Simionato Las Sonatas de Scarlatti Glenn Gould ... - Scherzo

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D O S I E RJOACHIM Y EL VIOLÍNEn cuanto a los golpes <strong>de</strong> arco, Joachim se aparta <strong>de</strong> laescuela <strong>de</strong> Spohr y otros violinistas alemanes que, tras laaparición <strong>de</strong> L’art du violon <strong>de</strong> Baillot, seguían insistiendoen que los golpes <strong>de</strong> arco con saltos (spiccato, sautillé, ricochet)no resultaban apropiados al repertorio clásico. El contactocon Men<strong>de</strong>lssohn, cuyo Concierto constituye quizá lamejor justificación artística <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> estos golpes <strong>de</strong>arco, le hizo abandonar los rígidos criterios <strong>de</strong> la vieja escuela.La escuela Joachim-Moser sostiene que la elección entremartelé y spiccato es, en muchos casos, materia opinable, yobjeto <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cisión que el intérprete <strong>de</strong>be tomar guiadopor su criterio personal y su sentido <strong>de</strong>l buen gusto. Muchos<strong>de</strong> los ejemplos en los que ellos parecen preferir el martelé,son sin embargo interpretados hoy, <strong>de</strong> modo casi generalizado,en spiccato. En otros casos, sin embargo (como loscompases iniciales <strong>de</strong>l primer Presto <strong>de</strong> la Sonata a Kreutzer<strong>de</strong> Beethoven) sigue habiendo criterios enfrentados.Por lo <strong>de</strong>más, Joachim poseía un sentido natural <strong>de</strong>lrubato que lo hizo famoso aunque le valió más <strong>de</strong> una crítica<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>tractores más radicales. Era a<strong>de</strong>más partidario<strong>de</strong> que los cambios <strong>de</strong> tempo expresivos nunca rompieranel pulso general. <strong>Las</strong> modificaciones <strong>de</strong> sus tempi eransiempre mo<strong>de</strong>radas. Moser comenta ampliamente la interpretación<strong>de</strong>l “tranquillo” que señala la aparición <strong>de</strong>l segundotema en el primer movimiento <strong>de</strong>l Concierto <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>lssohna partir <strong>de</strong>l compás 131. La indicación <strong>de</strong>be afectarmás al carácter que a la velocidad, con objeto <strong>de</strong> no per<strong>de</strong>rla pulsación alla breve, <strong>de</strong>seada por el compositor. En suprólogo al Concierto <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>lssohn incluido en el tercervolumen <strong>de</strong> la Violinschule, Joachim insiste en este planteamientoalabando la estética <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>lssohn “que entendiótan perfectamente el manejo elástico <strong>de</strong>l tempo como unsutil medio <strong>de</strong> expresión”.Los testimonios <strong>de</strong> amigos, compositores, violinistas, críticosy directores sobre la manera <strong>de</strong> tocar <strong>de</strong> Joachim sonmuy numerosos. Entre los más <strong>de</strong>sfavorables, cabe citar los<strong>de</strong> G. B. Shaw. El dramaturgo ejerció durante algunos añosla crítica musical en Londres, primero en el Star y luego enel World, con el seudónimo “Corno di bassetto”. En más <strong>de</strong>una ocasión se quejó <strong>de</strong> manera muy ácida <strong>de</strong> la afinación<strong>de</strong> Joachim. Entre los testimonios favorables, que son lamayoría, abundan las alusiones a esa “pureza <strong>de</strong> estilo”,que para el violinista <strong>de</strong>bió <strong>de</strong> ser un verda<strong>de</strong>ro lema. Elpropio Hanslick habla en los siguientes términos: “La apaciblegran<strong>de</strong>za que impregna sus interpretaciones sigue siendoel rasgo más característico <strong>de</strong> Joachim, así como la austeridady la pureza <strong>de</strong> estilo que se esfuerza por ocultar losencantos <strong>de</strong>l virtuosismo en vez <strong>de</strong> acentuarlos. No es posiblepresentar la gran<strong>de</strong>za más discretamente” 7 .Uno <strong>de</strong> sus alumnos más relevantes, el gran LeopoldAuer, nos recuerda que el magisterio <strong>de</strong> Joachim se producíasiempre violín en mano. No <strong>de</strong>scendía al análisis teórico<strong>de</strong> los <strong>de</strong>talles en cuanto a articulación, digitación o fraseo.Cuando algo no le satisfacía, tocaba la frase o el fragmentoen cuestión y le <strong>de</strong>cía con una sonrisa animosa: “So müssenSie es spielen!” (Así es como <strong>de</strong>bes tocarlo). La admiración<strong>de</strong> Auer por Joachim queda bien reflejada en el siguientetestimonio: “Cada vez que tenía la oportunidad <strong>de</strong> oír tocara Joachim, sentía como si él fuera un sacerdote que conmovíaa su congregación con un sermón revelador <strong>de</strong> talnobleza y hermosura moral, que no podía <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ayudar einteresar a toda la humanidad” 8 . La influencia <strong>de</strong> Joachimsobre Auer no se limitaba a la técnica, sino que se extendía<strong>de</strong>cididamente a los recursos expresivos (sus consi<strong>de</strong>racionessobre el vibrato y el portamento son calcadas <strong>de</strong> las <strong>de</strong>lmaestro), al enfoque <strong>de</strong> la interpretación y al ámbito <strong>de</strong> losprincipios estéticos. Si hemos <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar a Auer como elelemento fundacional <strong>de</strong> lo que se ha dado en <strong>de</strong>nominar“escuela rusa”, en la influencia que Auer recibió <strong>de</strong> JoachimUn joven Joseph Joachim, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1850encontraremos el entronque oculto <strong>de</strong> esta escuela con lamás pura tradición centroeuropea.En el diario <strong>de</strong> Clara Schumann hay innumerables alusionesa Joachim, que fue, no sólo un colaborador habitual, sinoun verda<strong>de</strong>ro amigo. Tras la muerte <strong>de</strong> Robert Schumann,Clara se dirige a sus hijos recordándoles que sólo Joachim yBrahms ostentan para ella esa condición. Tras un recital enDres<strong>de</strong> en 1857, con obras <strong>de</strong> Bach, Haydn, Mozart y Beethoven,Clara Schumann ofrece su particular homenaje a ladignidad <strong>de</strong> estilo <strong>de</strong>l violinista: “Tocó más maravillosamenteque nunca. Su música suena como la <strong>de</strong> las esferas. Cada vezque lo oigo tocar, me siento elevada” 9 . En esa misma líneaexpresaba Bruno Walter la impresión <strong>de</strong> “simplicidad y gran<strong>de</strong>za”que le produjo una <strong>de</strong> sus últimas actuaciones comocuartetista en 1907, poco antes <strong>de</strong> morir. Aunque su avanzadaedad, según el testimonio <strong>de</strong> Bruno Walter, ya no garantizabauna afinación infalible, la profundidad <strong>de</strong> su interpretaciónle produjo una impresión que no olvidaría jamás 10 .Por curioso que pueda parecer, Joachim era extremadamentenervioso en el escenario. Auer recuerda los nerviosque el maestro pa<strong>de</strong>ció en dos actuaciones, una en Petrogradoy otra en París, en las que Joachim tocaba el Concierto<strong>de</strong> Beethoven y el propio Auer dirigía la orquesta 11 . OttoKlemperer se refiere a este mismo asunto en sus memorias<strong>de</strong> estudiante, y realiza una observación sobre <strong>de</strong>rrochetemperamental que no es nada frecuente en los testimoniossobre Joachim: “Cuando no estaba atenazado por los nervios,tocaba <strong>de</strong> modo tal que uno era transportado a otradimensión. El último movimiento <strong>de</strong>l Cuarteto en do sostenidomenor parecía en manos, no <strong>de</strong> un violinista clásico,sino <strong>de</strong> un fiero instrumentista húngaro” 12 .Otro <strong>de</strong> sus alumnos más <strong>de</strong>stacados, Sam Franko,recuerda la tar<strong>de</strong> en que se ofreció la première berlinesa <strong>de</strong>lConcierto <strong>de</strong> Brahms en 1879. Durante la obertura, Joachimtrataba <strong>de</strong> calmar su trac tocando la parte <strong>de</strong> primer violín <strong>de</strong>la men<strong>de</strong>lssohniana Gruta <strong>de</strong> Fingal <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l último atril <strong>de</strong>la orquesta. Pero enseguida se refiere Franko a ese ingrediente“trascen<strong>de</strong>ntal” <strong>de</strong>l estilo <strong>de</strong>l maestro: “El sonido <strong>de</strong> Joachimno <strong>de</strong>slumbra ni seduce al oyente por medio <strong>de</strong> supenetrante sensualidad. Se trata <strong>de</strong> un sonido cuya límpida117

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