Giulietta Simionato Las Sonatas de Scarlatti Glenn Gould ... - Scherzo
Giulietta Simionato Las Sonatas de Scarlatti Glenn Gould ... - Scherzo
Giulietta Simionato Las Sonatas de Scarlatti Glenn Gould ... - Scherzo
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ANIVERSARIO<strong>Gould</strong> tocando las Variaciones Goldberg. Esta foto aparece en el libroConversaciones con <strong>Glenn</strong> <strong>Gould</strong> <strong>de</strong> Jonathan Cott.con todo lo más plus: <strong>de</strong> <strong>Gould</strong>, no queda nada, ni unsolo recuerdo <strong>de</strong> esa exultación, <strong>de</strong> esa insolencia <strong>de</strong>lgenio adolescente… Los ingenieros <strong>de</strong> la Sony lo hanlobotomizado, convertido en ese monigote blando, hinchado,sin huesos, que mantean los mozos <strong>de</strong> Goya en Elentierro <strong>de</strong> la sardina.… siempre más lento… ritardando(Último lied <strong>de</strong> Strauss, últimas notas)Recuerdo una imagen <strong>de</strong> <strong>Gould</strong> tocando las Goldberg, elcuerpo echado hacia atrás, en éxtasis. Escucho los SiegfriedIdyll (CBS Sony), la transcripción para piano <strong>de</strong> 1973 y laversión original para 13 instrumentos grabada por <strong>Gould</strong> unmes antes <strong>de</strong> morir: toca y dirige el más lento e inimaginable<strong>de</strong> los Idilios, es su manera <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir adiós, con una músicaque no cae, que queda suspendida. Ambigüedad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>spedida,<strong>de</strong>masiado pronto, y arrastrada; el músico ha <strong>de</strong>jadoel escenario en la penumbra, nadie se da cuenta, la músicasigue sonando. Esos son los ecos finales ppp <strong>de</strong> la Sonata <strong>de</strong>Berg (<strong>Glenn</strong> <strong>Gould</strong> The Alchemist, DVD EMI) final <strong>de</strong> puerto,tristes muelles en la noche lenta <strong>de</strong>l Norte, llanuras <strong>de</strong>soladasdon<strong>de</strong> los Latecomers, que <strong>Gould</strong> grabó para sus programas,los que llegan tar<strong>de</strong>, y que llegaron, arrastrando susfrases, con el único propósito <strong>de</strong> durar en una tierra que, apesar <strong>de</strong> su nombre <strong>de</strong> Terra Nova, no ofrece nada, sino esaposibilidad <strong>de</strong> durar.<strong>Glenn</strong> <strong>Gould</strong> prefería tocar las músicas compuestas porvia da porre, superposiciones, polifonías, contrapunto, ylo hacía por via da levare, quitando peso, <strong>de</strong>sembarazandolas notas <strong>de</strong> su ganga, dándoles así una vibración, unrelieve fractal… una calidad raras veces conseguida porotros pianistas. Así <strong>Gould</strong> <strong>de</strong>sorquestaba cuando tocabasus transcripciones (Los maestros cantores <strong>de</strong> Nuremberg,El crepúsculo <strong>de</strong> los dioses, Viaje <strong>de</strong> Siegfried, Sony) o las<strong>de</strong> otros, su odiada Sexta <strong>de</strong> Beethoven por Liszt (Music &Arts), Elektra o El vals (Nuova Era). Amo infinitamente esamanera <strong>de</strong>l intérprete <strong>de</strong> no querer esculpir la obra en unno sé qué mármol para el fin <strong>de</strong> los siglos, amo esa manera<strong>de</strong> dar a la obra el sentido <strong>de</strong> lo efímero. La música quetoca, la música como la toca se convierte en “la menossubstancial <strong>de</strong> las substancias”. Por via da levare, es <strong>de</strong>cir,también, afilar, estirar, como el tiraoro con el oro veneciano,como el maestro vidriero con el cristal en Murano, eltiempo hasta la disolución: antes <strong>de</strong> tocar el Concierto enre menor <strong>de</strong> Brahms con la New York Philharmonic (Melodram),Leonard Bernstein explica al público por qué noquería participar en esa <strong>de</strong>construcción <strong>de</strong> la obra, y porqué no quiso perdérsela por nada en el mundo: el intérpretequizá no hace sino contar las aventuras <strong>de</strong> su almamientras vagabun<strong>de</strong>a entre las obras maestras, y Goul<strong>de</strong>ncuentra en ese concierto y en los Intermezzi, Baladas yRapsodias (CBS Sony) esa i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l norte (esa I<strong>de</strong>a of Northque realizó para la radio, mezclando las voces <strong>de</strong> personasaisladas, viajando en tren hacia el Ártico, envolviéndolasen la Quinta <strong>de</strong> Sibelius); <strong>Gould</strong> encuentra en o aplica a laobra una placi<strong>de</strong>z que se mantiene hasta la última nota,plácido como una paisaje tan plano que parece <strong>de</strong>splegarsesin fin. Ni antes, ni <strong>de</strong>spués, Brahms (imagino) ha bailado,cantado con tanta emoción las landas, las dunas, losmares <strong>de</strong> su infancia, y su tristeza (30 años más tar<strong>de</strong>Bernstein, con Zimerman, adopta ese mismo tempo).El tempo importa poco, con tal <strong>de</strong> crear una unidad orgánicaentre los temas(<strong>Glenn</strong> <strong>Gould</strong>)Cuando tocaba lentamente las obras que el públicoestaba habituado a escuchar en un tempo rápido, no faltabael crítico <strong>de</strong> turno (a veces tan prestigioso como el <strong>de</strong>New York Times) que <strong>de</strong>clarara que <strong>Gould</strong> ya no tenía<strong>de</strong>dos (el año <strong>de</strong>l concierto <strong>de</strong> Brahms, 1962, es más omenos el <strong>de</strong> la pirotécnica interpretación <strong>de</strong> la Burleske <strong>de</strong>Strauss. Nuova Era). Cuando <strong>Gould</strong> aceleraba más queningún otro, por ejemplo en el Allegro vivace <strong>de</strong> la Sonatanº 16 <strong>de</strong> Beethoven transformado en exultante tiovivo(<strong>Gould</strong>: 4’15’’ y Barenboim: 6’30’’) o en la Sonata K. 545“Fácil” <strong>de</strong> Mozart (5’ contra los 15’ <strong>de</strong> Arrau)… no faltabanlos críticos que hablaban <strong>de</strong> excesos, extravagancias oexcentricida<strong>de</strong>s… Un hombre nada a lo lejos; un náufragohace gestos <strong>de</strong>sesperados por flotar. Unos hombres en laorilla <strong>de</strong>scansan, digieren; se burlan <strong>de</strong> sus gestos, excesivos,excéntricos, extravagantes… “El artista”, <strong>de</strong>cía <strong>Gould</strong>“es un ser que está en peligro”. El sonido es a veces frágil,a menudo transparente. <strong>Gould</strong>, el prodigioso pianista, tieneun cuerpo, pue<strong>de</strong> que sea el piano: un cuerpo/pianoque acompaña la vida, cómplice al inicio, obstáculo alfinal… <strong>Gould</strong> nos habla <strong>de</strong> él, <strong>de</strong> su cuerpo/piano conmiedo, angustia y gozo; un cuerpo ro<strong>de</strong>ado, enteramente,por la música; protección, refugio. Los tempi <strong>de</strong> <strong>Gould</strong> sonlos <strong>de</strong> la ebriedad, <strong>de</strong>l placer explotando infinitamente, yluego el vuelo tan lento que parece inmóvil. Con esa yotras rarezas, <strong>Gould</strong> nos hace oír lo inaudito.Tocaría peor si no cantara(<strong>Glenn</strong> <strong>Gould</strong>)La voz <strong>de</strong> <strong>Gould</strong>, algo <strong>de</strong>sentonada, sombra furtiva mezcladacon las notas, como un comentario, un nigun, esa vozsin palabra, que cantaban sus abuelos, para que vuele mejorla música.Pierre Élie Mamou141