12.07.2015 Views

Descargar original - Ediciona

Descargar original - Ediciona

Descargar original - Ediciona

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Miguel Ángel Sáez Gutiérrez «Marino» Años más tarde me encontraba en un bar llamado el Candela con mi maestroCarlos Habichuela tomando una cerveza y hablando de la vida, comosolíamos hacer en bastantes ocasiones tras terminar cada una de lasmagistrales clases que me daba.Entonces me dijo Carlos que me iba a presentar a un amigo, era un señormuy moreno con barba frondosa que llevaba sombrero, no le conocía por loque le saludé alegremente como solía hacer con todos los amigos que mepresentaba el maestro.Mi sorpresa vino cuando le miré de cerca a los ojos, le reconocí deinmediato, sentí un escalofrío que me recorría desde la mano hasta la puntadel dedo gordo de los pies acentuándose en el cogote.Por un momento quedé sin habla y el amigo de mi maestro, posiblementeadvirtiendo mi sorpresa, me acercó una banqueta y me invitó a sentarme,estuve escuchando atentamente aunque aún algo aturdido.Era el mismo al que grité de lejos, ¡Viva Paco!, en aquel concierto celebradomuchos años atrás, realmente no llegué a hablar, no me atrevía a decir unapalabra, pero sentí una enorme alegría de haber estrechado la mano del quedurante muchos años fue mi guitarrista preferido.Durante esos dos conciertos en Sevilla pude conocer mejor a mi amigo Luis,realmente solo habíamos ido a alguna excursión porque nos conocíamosdesde hacía poco tiempo, me di cuenta que era un amigo auténtico, uno delos pocos amigos de verdad que se han cruzado por mi camino.Tras el segundo día de concierto regresamos a Madrid porque Luis tenía quehacer algunas gestiones y el sábado regresamos a Sevilla, pero esta vez con lainestimable compañía de Manolo y de mi hermano Javi.En aquellos años podía tener cierta afición al flamenco, aunque escasosconocimientos, no era capaz de distinguir entre una soleá un unosfandangos, aunque si podía apreciar la destreza de grandes como Paco.Pero de lo que tenía más conocimientos y de lo que era un seguidoracérrimo, era del rock, el sábado era el día dedicado al rock, una fiestainolvidable en la que pudimos gozar de la presencia de grandes figuras delrock concentradas en el mismo escenario, desbordando arte a raudales.Al año siguiente era la expo de Sevilla a partir de la cual los precios sedispararon, pero aún entonces se podía ir de tapas por la capital hispalensepor un precio asequible, llegamos justo a la hora del aperitivo sobre la una ymedia de la mañana.Estuvimos tapeando desde que llegamos hasta la hora que comenzaba elconcierto, la temperatura era ideal porque estábamos en octubre, menos malque no fue en pleno verano, porque si dicen que Córdoba es la sartén deEspaña yo diría que Sevilla es cazuela de barro, cuando el calor aprieta nosabe uno donde meterse, sino me creéis preguntad a un sevillano.- 38 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!