28.01.2016 Views

50sombras 168

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

estática que invade el espacio. Está sentado muy cerca de mí, con sus ojos grises<br />

impenetrables, los codos apoyados en las rodillas y las piernas separadas. Se<br />

inclina, me deshace una trenza muy despacio y me separa el pelo con los dedos. Se<br />

me corta la respiración y no puedo moverme. Observo hipnotizada su mano<br />

moviéndose hacia la otra trenza, tirando de la goma y deshaciendo la trenza con<br />

sus largos y hábiles dedos.<br />

—Veo que has decidido hacer un poco de ejercicio —me dice en voz baja y<br />

melodiosa, colocándome el pelo detrás de la oreja—. ¿Por qué, Anastasia?<br />

Me rodea la oreja con los dedos y muy suavemente, rítmicamente, tira del<br />

lóbulo. Es muy excitante.<br />

—Necesitaba tiempo para pensar —susurro.<br />

Me siento como un ciervo ante los faros de un coche, como una polilla junto a<br />

una llama, como un pájaro frente a una serpiente… y él sabe exactamente lo que<br />

está haciendo.<br />

—¿Pensar en qué, Anastasia?<br />

—En ti.<br />

—¿Y has decidido que ha sido agradable conocerme? ¿Te refieres a conocerme<br />

en sentido bíblico?<br />

Mierda. Me ruborizo.<br />

—No pensaba que fueras un experto en la Biblia.<br />

—Iba a catequesis los domingos, Anastasia. Aprendí mucho.<br />

—No recuerdo haber leído nada sobre pinzas para pezones en la Biblia. Quizá te<br />

dieron la catequesis con una traducción moderna.<br />

Sus labios se arquean dibujando una ligera sonrisa y dirijo la mirada a su boca.<br />

—Bueno, he pensado que debía venir a recordarte lo agradable que ha sido<br />

conocerme.<br />

Dios mío. Lo miro boquiabierta, y sus dedos se desplazan de mi oreja a mi<br />

barbilla.<br />

—¿Qué le parece, señorita Steele?<br />

Sus ojos brillantes destilan una expresión de desafío. Tiene los labios<br />

entreabiertos. Está esperando, alerta para atacar. El deseo —agudo, líquido y<br />

provocativo— arde en lo más profundo de mi vientre. Me adelanto y me lanzo<br />

hacia él. De repente se mueve, no tengo ni idea de cómo, y en un abrir y cerrar de<br />

ojos estoy en la cama, inmovilizada debajo de él, con las manos extendidas y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!