28.01.2016 Views

50sombras 168

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Me encojo levemente de hombros, como disculpándome.<br />

Él cierra los ojos, frustrado, y se pasa la mano por el pelo.<br />

—Por favor, Ana, deja que Taylor te lleve a casa.<br />

—Iré a buscar el coche, señorita Steel —anuncia Taylor en tono autoritario.<br />

Christian le hace un gesto con la cabeza, y cuando me giro hacia él, ya ha<br />

desaparecido.<br />

Me vuelvo a mirar a Christian. Estamos a menos de metro y medio de distancia.<br />

Avanza e, instintivamente, yo retrocedo. Se detiene y la angustia de su expresión<br />

es palpable; los ojos le arden.<br />

—No quiero que te vayas —murmura con voz anhelante.<br />

—No puedo quedarme. Sé lo que quiero y tú no puedes dármelo, y yo tampoco<br />

puedo darte lo que tú quieres.<br />

Da otro paso hacia delante y yo levanto las manos.<br />

—No, por favor. —Me aparto de él. No pienso permitirle que me toque ahora,<br />

eso me mataría—. No puedo seguir con esto.<br />

Cojo la maleta y la mochila y me dirijo al vestíbulo. Me sigue, manteniendo una<br />

distancia prudencial. Pulsa el botón de llamada del ascensor y se abre la puerta.<br />

Entro.<br />

—Adiós, Christian —murmuro.<br />

—Adiós, Ana —dice a media voz, y su aspecto es el de un hombre<br />

completamente destrozado, un hombre inmensamente dolido, algo que refleja<br />

cómo me siento por dentro.<br />

Aparto la mirada de él antes de que pueda cambiar de opinión e intente<br />

consolarlo.<br />

Se cierran las puertas del ascensor, que me lleva hasta las entrañas del sótano y<br />

de mi propio infierno personal.<br />

Taylor me sostiene la puerta y entro en la parte de atrás del coche. Evito el contacto<br />

visual. El bochorno y la vergüenza se apoderan de mí. Soy un fracaso total.<br />

Confiaba en arrastrar a mi Cincuenta Sombras a la luz, pero la tarea ha resultado<br />

estar más allá de mis escasas habilidades. Intento con todas mis fuerzas mantener a<br />

raya mis emociones. Mientras salimos a Fourth Avenue, miro sin ver por la<br />

ventanilla, y la enormidad de lo que acabo de hacer se abate poco a poco sobre mí.<br />

Mierda… lo he dejado. Al único hombre al que he amado en mi vida. El único

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!